El
pasado Domingo un hecho histórico tuvo lugar en Nueva York. En la isla de
Manhattan. En el interior del mítico pabellón Madison Square Garden. Por
primera vez en la Historia de los “All-Star Games” de la NBA, dos hermanos
salían como titulares en el partido donde se concentran cada año los 24 mejores
jugadores de baloncesto del mundo. Pero es que además, para orgullo propio, son
de los nuestros. Dos españoles. Dos catalanes. Dos chicos normales de Sant Boi
de Llobregat. Pau y Marc Gasol.
La
llegada de Pau Gasol a la NBA en 2001 se convirtió en un auténtico fenómeno,
tanto en Estados Unidos como en España. En nuestro país ya descubrimos su
potencial durante la segunda parte de la 2000-2001, cuando explotó
definitivamente. Sus exhibiciones en la Copa del Rey de Málaga y en los
Playoffs de la ACB quedaran en la memoria de todos los aficionados. Gasol, con
sólo 20 años, hacía literalmente lo que quería sobre la cancha, y llevó en
volandas al Barcelona a la consecución de ambos títulos acabando además como MVP
de ellos. Prácticamente nunca se había visto nada igual en Europa. Un pívot de
2,15 con el manejo de balón, habilidad y velocidad de un base. Increíble.
Lógicamente la NBA llamó de inmediato a su puerta y ese mismo verano los
Atlanta Hawks le eligieron en la tercera posición del Draft, aunque esa misma
noche sus derechos se traspasaron a los Memphis Grizzlies. Debido a la elevada posición
en el sorteo, Pau decidió iniciar de inmediato la aventura. La dificultad del
reto era mayúscula. El idioma, una cultura tan diferente, una ciudad tan
cerrada como Memphis, en el profundo sur de los Estados Unidos, y sobre todo
una competición tan exigente. La familia se volcó con su hijo, y tanto sus
padres como sus hermanos Marc y Adriá decidieron acompañarle en su odisea. La
adaptación fue inmediata. Gasol se acomodó a la perfección al juego físico y
veloz de la NBA y prácticamente desde el primer día se convirtió en el líder de
su equipo. En el jugador franquicia, como allí dicen. Fue elegido Rookie del Año
y dejó grandes momentos, como este tremendo mate ante una estrella como Kevin
Garnett. Una jugada para el recuerdo, que significó su presentación en la Liga.
Su primer golpe encima de la mesa.
Los
años fueron pasando y, aunque a nivel personal sus actuaciones eran excelentes
(llegó incluso al All-Star Game en 2006), el equipo nunca terminó de establecerse
entre los mejores. Lograron llegar a Playoffs de 2004 a 2006, pero fueron
incapaces de ganar siquiera un partido y los tres años cayeron en primera ronda
por 4-0. La paciencia de Pau se iba agotando. Se veía capaz de cotas mayores y
al ver que no era posible en Memphis, llegó un momento en que pidió el traspaso.
Finalmente en Febrero de 2008 los dirigentes accedieron y lo enviaron a Los
Angeles Lakers. Otro reto tremendo. La franquicia con más prestigio de la
Historia (sólo comparable a los Boston Celtics) confió en él como la pieza
interior que le faltaba a un equipo que ya contaba con Bryant, Odom o Bynum. Y
vaya si respondió. Ya en ese año llegaron a las Finales, donde cayeron contra
los Celtics, y en los dos siguientes llegó la gloria. Pau Gasol se convertía en
el primer español (y único hasta el momento) en ser campeón de la NBA (2009 y
2010) y además teniendo un papel protagonista. Daba la sensación que aquel
equipo podía marcar una época, pero varios problemas lo evitaron y sus últimos
años en California fueron realmente malos a nivel deportivo, aunque él siempre dio
la talla. En verano de 2014 otra gran oportunidad se le presentó. Otro equipo
con mucho prestigio llamó a su puerta, los Chicago Bulls. Muchas dudas habían
sobre él, de si podría recuperar o no su nivel de antaño, y vaya si las está
despejando. Con casi 35 años, Pau ha recuperado su mejor versión (volvió al
All-Star tras unos años de ausencia) y es pilar fundamental de unos Bulls que apuntan
alto en Playoffs.
Cinco
años menor que su hermano, Marc no ha dejado aún una huella tan destacada, pero
su futuro apunta a brillante. Después de dominar también en ACB, y ser nombrado
MVP de la Liga Regular en 2008 con el Akasvayu Girona, ese mismo verano inició
su aventura americana. Sus derechos pertenecían a los Lakers, pero en el
traspaso de Pau pasaron a los Grizzlies y allí debutó. Su adaptación parecía más
asequible que la de su hermano, puesto que ya conocía la ciudad (de 2001 a 2003
jugó en un Instituto de la zona, y a gran nivel además). Aunque no tuvo el
mismo impacto que su hermano en la Liga (cosa casi imposible por otra parte),
su rendimiento fue notable de inmediato. De condiciones menos espectaculares que
las de Pau, Marc supo a base de trabajo ir creándose poco a poco un nombre en
la competición y crecer año tras año junto a su equipo. Cierto es también que arropado
por una plantilla con mejores mimbres que los de la época de su hermano, el
menor de los Gasol ha explotado definitivamente esta Temporada. A su ya
conocida capacidad defensiva y anotadora, está sumando una visión de juego y movilidad
digna de leyendas como Arvydas Sabonis, con el que ya se le empieza a comparar.
Palabras mayores. La realidad es que en la actualidad es uno de los mejores
pívots de la durísima Conferencia Oeste, como así lo confirma su titularidad en
el All-Star Game.