"Si el deporte no existiera, el mundo sería más aburrido". Valentino Rossi.

domingo, 1 de febrero de 2015

Cuando alguien te acerca a un deporte

Estas semanas el balonmano está siendo noticia en el mundo del deporte. El Mundial de Qatar finaliza hoy con la final entre los anfitriones y la selección de Francia, la cual derrotó en una de las semifinales del Viernes a España. Los nuestros se han quedado finalmente sin medalla al perder hace unas horas ante Polonia en la prórroga por 28-29, en la denominada final de consolación”. Pero hace unos días una noticia ha logrado incluso dejar en segundo plano el Campeonato del Mundo: el croata Ivano Balic ha anunciado su retirada a final de Temporada.

Balic ha sido uno de esos fenómenos que salen cada 20 ó 30 años. Un jugador fabuloso, con un talento fuera de lo normal, de esos que provocan que gente incluso ajena a un deporte tan minoritario como es el balonmano se interesen en él, como me pasó a mí. A mediados de la década pasada, el genio de Split jugaba en la Liga Asobal, en nuestro país, en concreto en un histórico club como el Portland San Antonio. Era sin duda el mejor jugador del mundo y lideraba a un equipo que le discutía la hegemonía al Barcelona y competía de tú a tú con el mega-proyecto que estaba naciendo en Ciudad Real. Llevó a los de Pamplona a ganar Liga y Supercopa en 2005, y se quedó a un paso de coronarse Campeón de Europa al caer en una final 100% española precisamente ante los manchegos. Ese es el único gran trofeo que le falta en su increíble palmarés. En 2008 regresó a su país, donde ganó Liga y Copa durante cuatro Temporadas con el RK Zagreb, pero sus mayores logros llegaron con la selección croata: 3 medallas en Campeonatos de Europa, otras 3 en Mundiales (Oro en 2003) y 2 más en Olimpiadas (Oro en Atenas 2004). Impresionante. Además, la IHF le designó mejor jugador del mundo en dos ocasiones, 2003 y 2006, logro sólo igualado por una leyenda como Dujshebaev. Pero si por algo destacaba era por la magia que destilaba sobre la pista. Era diferente a todos los demás. Jugador de baloncesto durante su juventud, este hecho le ayudó sin duda a potenciar una privilegiada visión de juego, con un repertorio infinito de asistencias y quiebros casi nunca vistos hasta el momento en balonmano. Su otra seña de identidad, su gran variedad de lanzamientos ante el portero rival. Tiros de toda clase, de vaselina, de muñeca con efecto, con potencia por la escuadra, e incluso de espaldas. Además, esa aparente dejadez y gesto bohemio hacía su juego aún más atractivo, como si todas sus genialidades surgieran con suma facilidad. Esta característica siempre me ha asombrado entre los deportistas de élite. Como decía, en mi caso fue uno de los motivos por los que me aficioné al balonmano, durante sus años en el Portland. La verdad es que hasta ese momento poco o nada me había interesado este deporte, pero los “highlights” que Ivano dejaba Domingo tras Domingo eran demasiado espectaculares como para ignorarlos.


Tras un breve regreso a España en 2012 para jugar en el BM Atlético de Madrid (antiguo BM Ciudad Real y ya desaparecido), milita desde verano de 2013 en el HSG Wetzlar alemán. A pesar de las intenciones de renovarle de su club, “Maravilla Balic” (como le decía el mítico comentarista de TVE Luis Miguel López) ha decidido poner punto final a su carrera al acabar esta Temporada con 36 años. Decimos adiós a una leyenda, uno de los mejores jugadores de balonmano de la Historia, alguien capaz por sí mismo de acercarnos a un deporte.

2 comentarios:

  1. El balonmano es mi deporte favorito sin contar el fútbol claro , es un deporte poco valorado pero a mí de siempre me llamó la atención y ahí sigo fiel a este deporte.
    Un saludo ¡¡

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  2. Y sobre todo un deporte en el que es muy difícil destacar, debido a los pocos espacios y su fuerte componente físico. Por eso estos genios tienen tanto mérito.

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