"Si el deporte no existiera, el mundo sería más aburrido". Valentino Rossi.

martes, 11 de diciembre de 2018

Bendita excepción

Que el partido decisivo de la Copa Libertadores, el torneo de clubes más importante de Sudamérica ("la Champions americana", como dicen otros) se dispute en Europa es algo raro. Muy raro. También parecían sentirlo así los miles de argentinos que llenaron el Santiago Bernabeu. En varias ocasiones la realización los buscó y, lejos de encontrar esa pasión y locura desmedida que esperaba, mostró a una multitud tranquila, pasiva y casi desconcertada, como preguntándose qué hacían allí viendo un River-Boca. Uno creía por momentos que aquello en realidad era un Real Madrid-Levante.

Y es que lo más destacable del Domingo fue el impecable comportamiento de ambas aficiones, tanto en los días previos como durante el encuentro y horas posteriores. Sin duda el mérito es todo de ellos, los argentinos, pero el buen hacer de las autoridades también suma... y más teniendo en mente lo ocurrido en Buenos Aires hace dos semanas. Aquella fatídica curva sin apenas protección policial cuando pasó el autobús de Boca, las batallas campales que se vivieron afuera del Monumental o las presiones por jugar de la CONMEBOL con varios jugadores heridos dieron paso a controles en Barajas para evitar que se colaran los barras bravas, unos 5.000 efectivos entre fuerzas de seguridad y personal sanitario y una organización que permitió la entrada y salida del estadio a ambas aficiones sin ningún altercado. Una final de Libertadores en Europa es y siempre deberá ser una excepción. Si además tanto aficionados como autoridades argentinas lo toman como un ejemplo, comprobando cómo se pueden disputar encuentros con ambas aficiones en un estadio (sin alambradas ni fosos, por cierto) sin ningún problema, habrá sido una victoria completa.

El primer triunfo ya se logró: que el partido que parecía imposible de jugar se terminara jugando. Porque de todo este lío el que menos culpa tiene es el fútbol. El encuentro terminó resultando como muchos esperaban: mucha emoción pero poco juego. No sé si existe en el mundo un partido con más miedo a perder que un Boca-River en final de Libertadores, y así lo pareció tras los primeros 45 minutos. El corto y rápido césped del Bernabéu (como de cualquier estadio español y europeo) tampoco ayudaba a los 22 protagonistas, tan acostumbrados a otros más altos y secos por Latinoamérica. Cuando no era un error en el control del balón era un pase defectuoso y cuando no unas posesiones más que lentas por miedo a la pérdida. En esas transcurría el partido, sin apenas ocasiones y con muchas interrupciones en el juego, por lo que Boca sonreía y River no tanto. Al filo del descanso Darío Benedetto cazó una contra y, tras deshacerse de la despistada defensa rival, situaba el 0-1 para agudizar aún más ambas sensaciones.

La obligación de buscar el gol del empate hizo despertar a River a la reanudación, olvidarse del miedo que lo atenazaba y sacar a relucir su mejor virtud: la calidad de sus centrocampistas. "Ojala nos hubiesen marcado antes", pensarían los hinchas millonarios. Con más determinación y precisión en los pases, el peligro rondaba la portería de Esteban Andrada, mientras los suyos notaban cada vez más el desgaste físico. La entrada del talentoso Juan Fernando Quintero por un gris Ponzio fue también decisiva para los riverplatenses. A mediados de la segunda parte también el 9 de River, Lucas Pratto, encontraba la red tras una excelente combinación y lograba un empate que se veía venir. Curiosamente el tanto volvió a atemorizar a los de Gallardo, que volvieron a especular con su juego, conscientes de la posibilidad de una prórroga. Entre un River que no quería y un Boca que no podía se cumplió el tiempo reglamentario casi sin noticias en las áreas. Ya en la prórroga y con 30 minutos por delante, River volvió a la carga, conscientes de su mayor talento y mejor condición física. La pronta expulsión de Wilmar Barrios por una absurda doble amarilla fue otra piedra más en el camino para los boquenses, esta ya decisiva. Con un Ábila renqueante y unos Pavón y Nández fundidos, la papeleta de frenar a los Álvarez, Quintero, Enzo Perez, Nacho Fernández o Pity Martínez recaía sólo en los recién ingresados Jara y Gago. Misión imposible parecía. Fue al colombiano Quintero al que le tocó "el gordo" (haciendo honor a su apodo), quien con un zurdazo a la escuadra culminaba la remontada y también su memorable actuación. Boca, jugando ya con 9 tras la lesión de Gago y con Andrada como otro delantero más, tuvo aún así la última con un remate de Jara al poste, pero sería "el Pity" el que cerraría el marcador ya con el tiempo cumplido y a puerta vacía.

120 minutos terminó durando el partido de vuelta de una final que duró un mes entero, siendo River a la postre el que tocaría la gloria americana por cuarta vez en su historia, la segunda en cuatro años. Mucho le costará a Boca y los suyos recuperarse de semejante mazazo contra su eterno rival, más doloroso aún por todo lo que pasó, aunque aún pueden decir que tienen dos Libertadores más. Tras lo del Monumental, seguramente no había una buena salida a todo esto, pero quizás esta era la menos mala. Un castigo, una lección o un fracaso para la sociedad argentina, según como se mire, pero una excepción en definitiva. Al final viendo el comportamiento de las aficiones, la deportividad de los protagonistas y la fiesta que se vivió el pasado Domingo en Madrid, uno diría que bendita excepción.


lunes, 12 de noviembre de 2018

Hazlo con pasión

Ya sea en el ámbito laboral, familiar o personal, y tenga mayor o menor transcendencia, hacer las cosas con pasión es lo fundamental. Es la única manera de que el día a día se convierta en un regalo y no en una losa. En América Latina parecen tenerlo claro. En una región con tantísimos problemas sociales, con gobiernos impregnados de corrupción, un crecimiento económico totalmente estancado tras la década dorada de los 2000 y una sociedad desconcertada que empieza a abrazar las opciones más populistas y ultras (véase el reciente caso de Brasil) es asombroso observar cómo la gente sonríe, cómo se emociona y es feliz en multitud de situaciones.

El fútbol es sin duda una de ellas, quizás el mejor anestésico para los argentinos. Con un significativo repunte de la pobreza (del 27% el pasado año), una inflación superior al 40% y una depreciación del peso cercana al 50%, al gigante sudamericano se le vuelven a aparecer fantasmas pasados. Pero el Sábado todo quedaba en un segundo plano. Si existe una ciudad en el mundo que respire fútbol en cada rincón esa es Buenos Aires. Qué mejor escenario para la primera final de la Copa Libertadores entre dos vecinos, y casualmente también la última con formato de partido ida y vuelta. No se hablará por tanto allá de otra cosa en estos quince días existentes entre el choque de la Bombonera y el del Monumental. Muchas voces ya hablan del duelo de clubes más importante de la Historia. Es tanta la pasión que, nada más anunciar por megafonía la suspensión del encuentro por las torrenciales lluvias, los miles de hinchas ya presentes en la cancha de Boca empezaron a cantar, a alentar a los suyos, a intimidar al rival. Ni el tupido manto de agua que caía los consiguió silenciar.

Ayer Domingo en cambio todo lucía perfecto. El drenaje hizo su función, la lluvia amainó y no existía motivo que pudiese estropear el espectáculo. Ambos equipos salieron a tope, quizás contagiados por el tremendo ambiente de las gradas, quizás mentalizados de la importancia y transcendencia de la cita. Fieles a sus estilos, era River el que más control de juego tenía, comandados por la exquisita zurda de "Piti" Martínez, pero Boca recuperaba balones con su energía una y otra vez, lanzaba rápido las contras y pisaba el área de Armani con peligro. En una de ellas Ábila abría el marcador tras un errático despeje del arquero de River y La Bombonera se venía abajo. Apenas unos segundos duró la euforia local, pues nada más sacar Martínez filtraba su enésimo balón entre la defensa "xeneize" y Pratto ponía las tablas. Hace quince años Argentina crecía a tasas superiores al 8% anual y las figuras de River y Boca eran Demichelis, Mascherano, D'Alessandro, Marcelo Salas, Burdisso, Riquelme o Tévez. Pero ahora estamos en 2018 y los goles en la Libertadores los marcan "Wanchope" y "El Oso", dos delanteros centros a la vieja usanza que pelearían por conseguir minutos en la segunda división española. De ese minuto salvaje volvieron a salir mejor los "millonarios". El joven portero local, Agustín Rossi, protagonizaba el mejor partido de su corta carrera, aunque sus compañeros aún seguían saliendo con peligro al contragolpe, siempre con exceso de corazón y falta de cabeza. Fue, cómo no, Darío Benedetto (doblete crucial en la ida de las "semis" ante Palmeiras y que había sustituido al lesionado Pavón minutos antes) quién volvía a adelantar a Boca con un cabezazo a lanzamiento de falta. Llegó de repente el descanso y uno, casi sudando, se preguntaba cómo puede ser tan emocionante algo con tan pocos mimbres. Pero esto es Latinoamérica.

La euforia del tanto pareció prolongarse en el segundo tiempo, al cual los locales entraron mejor, teniendo ahora la presencia en campo contrario que les había faltado. Pero Matías Biscay, el ayudante del sancionado Marcelo Gallardo, pronto se percató y pasó de cinco a cuatro defensas con la entrada de Nacho Fernández, recuperando así el control del mediocampo. El cambio dio sus frutos y, junto con el empate casi a continuación en propia puerta por parte de Izquierdoz, el dominio volvió a ser visitante. Ahora Boca ya no mordía tanto, quizás por cansancio o quizás pensando en el partido de vuelta, y el encuentro entró en una frase más pausada y táctica. Los espectadores también lo agradecimos. Que una leyenda como Tévez esté para veinte minutos en este equipo da una idea de lo ya pasado de vuelta que está, pero en citas así te da un plus. Eso fue lo que le dio Barros Schelotto ayer y eso fue lo que ofreció "el apache". Animados por su emblema, los locales protagonizaron un último "arreón" final. Lo pudo coronar de nuevo Benedetto en un mano a mano con Armani, pero ahora el internacional argentino enmendó su error del 1-0 y evitó que se alterara el 2-2 del marcador.

Todo abierto por tanto para la vuelta, con ligero favoritismo para River por aquello del factor cancha y la posibilidad de disputar los 30 minutos de la prórroga ante los suyos, aunque aquí el gol visitante no tiene valor doble, aspecto a considerar. Tras el pitido final, la arenga de Tévez a los suyos y el eufórico saludo de Gallardo a los hinchas que esperaban en las afueras de las instalaciones "millonarias" dan una idea de lo que es el fútbol argentino, el latinoamericano por extensión. No sabemos quién tocará la gloria el próximo Sábado 24 en el Monumental, pero sí tenemos claro el cómo. Con mucha pasión.


domingo, 30 de septiembre de 2018

De aquí a la eternidad

José Luis Arrieta le avisa por radio de que acaba de caer una moto en una curva, que vaya con mucho cuidado. La carretera mojada de Düsseldorf, que acoge la contrarreloj de 14 km. que inaugura el Tour 2017, es una auténtica pista de patinaje. Sin embargo, ni eso asusta a Valverde, que cree que no habrá problema en entrar a la fatídica curva sin frenar, sólo dejando de pedalear. El agua, la suciedad del asfalto, el aceite que dejó la moto y quizás esa falta de precaución ayudan a que se produzca la desgracia. El murciano se pega un tremendo trompazo contra la valla que le parte la rótula izquierda en dos, además de otras facturas y heridas. "Me miro la rodilla y me digo a mí mismo: la carrera deportiva se ha acabado", recuerda el propio Alejandro en una fantástica entrevista para El Periódico (ver enlace al final del artículo) en el pasado mes de Marzo. Esa misma noche lo operan en Alemania y le esperan duros meses de recuperación. Con 37 años cumplidos, efectivamente muchos se temen que el final está cerca.

Poco más de un año después el de Movistar se presenta al campeonato del mundo de Innsbruck (Austria) como líder indiscutible de la selección española y en un excelente momento de forma. Increíble. Sólo a la altura de unos pocos elegidos. Gran parte de la jornada la protagoniza una escapada de once corredores, inicialmente, que incluso rozan los 20 minutos de ventaja con el pelotón. Pero poco a poco, y con más intensidad a partir del ecuador de los casi 270 km de recorrido, las selecciones más potentes aumentan el paso para dar caza a los fugados. El ritmo es tal que llegan a recortar 2,5 minutos por vuelta, de 27 km. cada una. Son Eslovenia, Gran Bretaña, Países Bajos y España las que más interesadas se les ve. Los nuestros, muy atentos en todo momento, tratan de estar presentes en cada corte con dos objetivos: tener presencia entre los primeros en una carrera tan difícil de controlar y evitar que se quede descolgado Valverde, la gran baza. Castroviejo, Nieve, de la Cruz y Mas arropandole en el grupo, y Herrada, Fraile e Izaguirre saliendo a cada ataque. El  trabajo da sus frutos: no se producen cortes peligrosos y los acelerones van acercando a los favoritos al grupo de cabeza. El campeón de los últimos tres años, el genial Peter Sagan, ya hace rato que se descolgó, y ahora es otro "gallo", Nibali, al que curiosamente le pasa factura el arreón de sus compatriotas buscando endurecer el tramo final, ideal para escaladores como él. Pero serán los franceses los que romperán la carrera. Pinot, Bardet i Alaphilippe muestran su poderío justo antes del tremendo muro final: 2,8 km al 11% de media, con picos del 28%. Parece ser "el momento" de la carrera, y ahí está Valverde para coger la rueda de los tres, demostrando lo fuerte que llega a este Mundial y su innata intuición. Con ellos se van también el italiano Moscon y el canadiense Wood. Es al poco de iniciar la ascensión donde se produce lo inesperado: el infernal ritmo de Bardet ha rebentado a su compañero Alaphilippe, gran favorito para esta edición. Francés, canadiense y español coronan arriba, a unos 8 km para la meta, pero un peligro acecha a pocos metros: Tom Dumoulin se retuerce sobre la bicicleta en las últimas rampas de esta infernal ascensión. Como era de preveer, el neerlandés tira de su poderoso pedaleo y acaba enlazando con el trío en la bajada. Pero esto ya parece tener dueño. Ni presión por los 38 años, ni por las 6 medallas entre platas y bronces que llevaba, ni nada. Como si de una carrera de juveniles se tratara, Alejandro comanda el último kilómetro midiendo la distancia, girándose varias veces para controlar la situación, y a 300 metros lanza un demoledor sprint hacia la gloria. Trata Bardet de meter rueda pero es un quiero y no puedo, pues el murciano cruza la línea de meta sacándole una bicicleta a sus rivales. Sus lágrimas justo al terminar y en lo más alto del podio son las nuestras viéndolo por televisión. Tras tantas veces rozándolo, y con el añadido de hacerlo tras aquella desgracia en Düsseldorf, por fin el próximo año uno de los más grandes que ha dado este deporte, uno de los nuestros, lucirá ese tan ansiado maillot arcoiris. Hoy el ciclismo sí hizo justicia.

Él dice que irá a Tokio 2020 y que luego ya se verá. Tendrá entonces 40 años, una locura para un ciclista profesional, pero conociendo al personaje ya nadie se atreve a ponerle límites. Ojala sea alguno más, por el bien suyo, de nosotros los espectadores y de todo el mundo del ciclismo en general, aunque en realidad poco importará: su recuerdo quedará para siempre en nuestra memoria.


https://www.elperiodico.com/es/ciclismo/20180302/ciclismo-movistar-alejandro-valverde-cuenta-caida-recuperacion-tour-6662632

domingo, 15 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 32 - Domingo 15 de Julio. Ya están aquí.

Hace ahora justo veinte años los dos protagonistas de la final de hoy alcanzaban sus cotas más altas de su Historia en los mundiales. En Francia '98 los anfitriones se proclamaban por vez primera campeones del mundo, en una exhibición ante la favorita Brasil, mientras que los croatas rozaban la final al caer precisamente contra los galos, casi recién salidos de la Guerra de los Balcanes. Alucinante. Casi tanto como lo ha sido este torneo, uno de los más igualados, sorprendentes y emocionantes de siempre.

Ayer Inglaterra y Bélgica disputaban ese encuentro en el que nadie quiere participar. El temprano gol de Meunier fue clave, pues obligó a los ingleses a llevar la iniciativa en el juego (lo que menos les gusta) y permitió a los belgas esperar atrás y salir en peligrosas contras (lo que más les gusta). Y el desenlace de la primera parte fue consecuente con tales expectativas. Apenas intimidó Inglaterra la portería de Courtois, mientras que Lukaku pudo incluso ampliar la ventaja. Con los cambios al descanso mejoraron los británicos. Lingard y Rashford dieron más presencia en ataque y por momentos todos pensábamos que el empate acabaría llegando. Pero no fue así, y lo que sucedió sin embargo fue la sentencia belga mediante la conexión De Bruyne-Hazard en el tramo final, esa pareja que le ha dado a Bélgica un merecido tercer puesto en el Mundial y amenaza con darle muchas más alegrías en el futuro.

Era hoy Domingo a las 17:00 h de la tarde hora española en el Estadio Luzhniki de Moscú donde tenía lugar el clímax del campeonato. Dos selecciones disputaban el partido soñado por cualquier futbolista, y ambas lo hacían con total justicia... cada una con sus propios méritos. Francia había dejado clara su solidez en ambas áreas, superando además con cierta solvencia la parte más dura del cuadro. Argentina, Uruguay y Bélgica cayeron en su camino... ahí queda eso. Croacia llegaba de forma muy distinta, jugando tres prórrogas en las eliminatorias pero con un juego mucho más atractivo y valiente que el de los galos. El ambientazo en las gradas, donde había clara mayoría croata (cualquier no-francés iba con ellos), pareció impulsar a los balcánicos, que salieron muy bien al encuentro. Llevaban la iniciativa en el juego (cómo no hacerlo teniendo a Rakitic y Modric en la sala de máquinas) mientras que su rival esperaba en su campo un hipotético fallo y darle rápido el balón a Griezmann o Mbappé. Pasado el cuarto de hora una (inexistente) falta sobre el atlético, era sacada magistralmente por él mismo y rematada de forma desafortunada por su ex-compañero Mandzukic, que en propia puerta adelantaba a los franceses. No se amilanó ni mucho menos Croacia a pesar del mazazo, y Perisic a los pocos minutos empataba a la salida de otra falta, con una gran maniobra con ambas piernas culminada con un zurdazo inalcanzable para Lloris. Se hacía justicia, y con el tanto se acentuó aún más la misma dinámica, en una primera parte con claro color blanquirrojo. Cualquiera diría que era la primera final que disputaban en su Historia. Pero esta Francia tiene detalles de selección campeona, de acertar en los momentos claves. Así lo hizo Griezmann con un penalti minutos antes del descanso. Tuvo que recurrir el argentino Pitana al VAR tras las dudosas manos de Perisic, pero acertó con su decisión. 2-1 al ecuador del partido, marcador que no reflejaba lo visto hasta el momento. En la segunda parte los croatas acusaron el desgaste físico de los tres anteriores partidos. Todos a 120 minutos. Sin la chispa de la primera mitad, los errores en el pase y la pasividad defensiva eran muestra de ello (también del mazazo psicológico que fue ese penalti) y de ello se aprovecharon unos franceses que parecen inmunes a todo eso. Estos ni se cansan, ni se hunden. En seis minutos Pogba y Mbappé finiquitaban esto con una facilidad pasmosa. Pero esto es esta Francia: solidez y contundencia. Tan decidido parecía todo con el 4-1 que incluso Lloris se atrevió a regatear a Mandzukic, que pillo metió la puntera derecha para recortar distancias. Pero el guión de esta final, de este Mundial y quizás de los próximos años ya estaba escrito. El trofeo a mejor jugador para Modric premia a una selección que ha enamorado a todos y que ha rozado el milagro representando a un país con una población total equivalente a la tercera parte del área metropolitana de París. Pero la mayor gloria se la lleva Francia, que tras perder hace dos años la final europea ante Portugal por fin ha culminado la transición desde los héroes de '98. Viendo la solidez táctica que ha conseguido Deschamps y la juventud y talento de los Varane, Umtiti, Kanté, Pogba, Griezmann o Mbappé, todo hace indicar que "les blues" han vuelto para quedarse.


miércoles, 11 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 28 - Miércoles 11 de Julio. Estados de ánimo.

La frase "el fútbol es un estado de ánimo" es tantas veces repetida como cierta. El talento es fundamental, sobre todo en la élite, como también el rigor táctico o el sacrificio y actitud de los jugadores, pero el intangible de la confianza, de la convicción, es muchas veces el factor decisivo. También en la vida, claro.

Si a los cinco minutos te pones ya por delante en la semifinal de un Mundial tu autoestima sube por los aires. Lógico. Y si además tienes las cosas tan claras como esta Inglaterra mucho más. ¿Para qué sacar el balón dando mil pases si puedes llegar al área contraria con sólo un pelotazo?. Suena a fútbol primitivo pero a este equipo le funciona a la perfección. Bueno, eso y el balón parado, su gran arma. Esta vez no fue de córner sino de un fantástico libre directo de Kieran Trippier con lo que se adelantaron en el marcador. El 1-0 parecía una auténtica montaña que superar para los croatas, que no encontraban a Modric y Rakitic y, por tanto, tampoco la forma de meterle mano a la rocosa defensa británica. Tres centrales que no sólo son casi inexpugnables, sino que también sirven para generar juego con sus continuos balones directos. Simplemente cogiendo los rechaces y estando plantados en campo contrario Inglaterra controlaba el partido a su antojo. Un juego muy simple el inglés pero que le ha valido para llegar hasta aquí. Incluso pudieron ampliar la ventaja antes del descanso, pero hoy Kane no tenía afinada la puntería. Poco varió el guión a la vuelta de los vestuarios. Sí ganó Croacia algo más en control de juego, pero este era totalmente estéril ante ese 3-5-2 tan ordenado de Gareth Southgate. Tan desesperados se veían los balcánicos que recurrieron a su antítesis: centrar balones al área. Muy optimista parecía derrocar así a lo ingleses. Pero esto es fútbol: así logró el empate. Un avispado Perisic se adelantó a Walker para empatar el encuentro. Un tanto lo cambió todo. Quizás porque no se lo esperaba ni mucho menos, quizás por la confianza que ganó su rival con él, lo cierto es que Inglaterra no supo cómo reaccionar mientras que Croacia iba creciendo con el paso de los minutos. Y ese "subidón" se ejemplarizó sobretodo en su goleador de hoy. El del Inter aparecía por todas partes, pudiendo culminar la remontada en un tiro cruzado que se fue al palo. También la tuvo Mandzukic, que disparó a la media vuelta a las manos de Pickford. El tiempo reglamentario se cumplió con la sensación de que o esto se lo llevaban los croatas o iríamos una vez más a penaltis. Quién lo diría al descanso. Siguió en efecto la misma dinámica en la prórroga, con Modric como director de orquesta. La tuvo de nuevo clarísima el de la Juventus y ex del Atlético, pero el portero inglés achicó rápido. A la tercera fue la vencida. Aprovechando un grotesco despiste de Stones, ahora sí Mario acertaba y marcaba el segundo a pocos minutos de cumplirse las dos horas de juego. El gol más importante en la historia de este país de cuatro millones de habitantes.

No tendrá muchas mejores ocasiones Inglaterra para disputar una final de un Mundial como esta, mientras que Croacia llega a la primera de su historia eufórica, tras superar tres eliminatorias de 120 minutos, dos de ellas a los penaltis. Con permiso de lo que dé de sí la temible Francia, veremos quién puede más: si el cansancio o el estado de ánimo.


martes, 10 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 27 - Martes 10 de Julio. Altos vuelos.

Las dos mejores selecciones hasta el momento del torneo se enfrentaban en la primera semifinal esta tarde en la bella San Petersburgo. Por la cita, protagonistas y escenario todo olía a partidazo. Dos equipos cosidos por le mismo patrón, con una prometedora generación de futbolistas, rigor defensivo y eléctricos ataques, no exentos de cracks con un talento infinito, claro. Todo hace falta para jugar la final de un Mundial.

No se puede entrar mal en un partido de selecciones si tu himno es La Marsellesa. Francia comenzó llevando la iniciativa, quizás también porque para esa camiseta este era casi un día más en la oficina, mientras Bélgica parecía tener algo de vergüenza. Pero cuidado. Nada más lejos de la realidad. Como un león esperando entre la maleza el momento idóneo para descubrirse e ir a por su presa, los belgas aguardaban en su campo pero salían como flechas al recuperar la pelota, con Hazard y De Bruyne como generadores de todo. Menuda pareja de genios tienen los belgas. Pronto se invirtió la tendencia, y los diablos rojos se adueñaron del juego. Tampoco parecía importarle a Francia, que con un centro del campo con Kanté, Matuidi y Pogba y arriba Mbappé con espacios no le importa lo más mínimo ceder la iniciativa. Así cualquiera. La batalla era fantástica, con ocasiones de peligro para ambos bandos. Por hacerlo bien lo hicieron hasta los porteros, que evitaron el gol sobre todo en dos ocasiones: la primera Lloris desviando un endiablado disparo de De Bruyne con la zurda y la segunda, clarísima, cuando el interminable Courtois sacó un pie derecho milagroso a chut del lateral Pavard. Llegó el descanso con 0-0, quizás la única mala noticia de los primeros 45 minutos. Al poco de la reanudación llegaría el momento que lo cambiaría todo. Se elevó Umtiti ante Fellaini, con la dificultad que ello conlleva, y con un espléndido cabezazo abría el marcador y las puertas a la final para los franceses. Porque con equipos tan seguros un gol tiene un valor incalculable. Estaba claro ahora el guión que seguiría el partido. Con Francia encerrada atrás y saliendo en peligrosas contras, no le quedaba otra a Bélgica que generar juego y tirar de creatividad. Eso sí, ahora con muchos menos espacios que en la primera parte. Si los "blues" ganan el Mundial todos los focos irán a Mbappé, Griezmann o Pogba... pero gran mérito de ello habrá que dárselo a Kanté, Matuidi, Varane o Umtiti. Qué manera de defender. Se les vio por momentos bloqueados a los de Roberto Martínez, como con falta de ideas, a pesar de la voluntad que le puso Hazard. El tantas veces intermitente 10 del Chelsea, es muy probable que tras lo visto en Rusia esa etiqueta desaparezca para siempre. Lo intentaron de todas las manera hasta el final, cierto, y fue con centros laterales y chuts lejanos donde más se acercaron al gol. Pero al final el oficio galo se impuso, escenificado en unos seis minutos de descuento en los que quizás se jugó sólo uno.

A la postre, Francia jugará una nueva final mundial, la tercera de las últimas seis ediciones, ofreciendo unas inmejorables sensaciones en todas sus líneas. Bélgica por su parte se va con la cabeza bien alta, con la exhibición de esa primera parte ante Brasil como obra cumbre, y dejando claro a todo el mundo lo mucho que se hablará de ellos los próximos años. Otro gol a balón decidió hoy, como tantos partidos en este igualado y apasionante Mundial de Rusia. Un gol, un partido y un torneo, sin duda, de muy altos vuelos.


domingo, 8 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 24 - Sábado 7 de Julio. La vieja Europa.

Tras la primera semifinal que salió de los cuartos del Viernes, ese atractivo Francia-Bélgica, ayer otros cuatro equipos europeos buscaban el pase a la segunda. En un Mundial donde Argentina y Brasil cayeron demasiado pronto, las selecciones del viejo continente están confirmando la hegemonía de Europa en el fútbol, donde nadie duda que se encuentran las mejores competiciones de clubes. Asia, África y Oceanía todavía están muy lejos, pero Rusia 2018 ha supuesto una gran decepción para el continente americano, donde se vive el deporte rey con auténtica pasión.

El Suecia-Inglaterra de las 16:00 h de la tarde era la metáfora de lo que está siendo este Mundial. El de la eficacia. Dos selecciones con poco brillo en su juego pero letales en las dos área. Juegan a lo mismo, pero los británicos tienen más talento, claro. Llegados a este punto, no iban los dos protagonistas a inventar nada, y el partido siguió el guión esperado. Con un juego plano y muy pocas ocasiones de gol, era Inglaterra la que llevaba la iniciativa, conscientes de su papel de favorito. A la media hora consiguió abrir el marcador, cómo no, a balón parado, ese recurso al que los ingleses siempre le han sacado todo el partido posible. Por algo los córners se celebran como medio gol en la Premier. El central del Leicester Harry Maguire entró como un tren y con un gran cabezazo ponía el 0-1 en el marcador. Reaccionó algo Suecia, aunque sin obsesionarse tampoco, pero ayer Jordan Pickford despejó todas las dudas acerca de si Inglaterra ha encontrado ya por fin su portero. Lo sacaba todo el del Everton, por el que ya se pelean los grandes de la Premier. Ya en la segunda parte, una buena combinación terminaba con un preciso centro de Lingard al segundo palo rematado por Dele Alli a la red. Ahí el partido pareció acabar. Alguna situación de peligro dispusieron aún los suecos, que quizás con Ibrahimovic hubiesen hecho algo histórico en este Mundial. Pero ayer Zlatan no estaba y sí Pickford con sus paradones. Así, Inglaterra estará en unas semifinales de la Copa del Mundo 28 años después, nada menos, desde Italia '90. Una espera demasiada larga para los inventores de esto.

Croacia y Rusia tenían también ante así una oportunidad histórica, que pocas veces más se les presentará. Los primeros eran favoritos, por talento y juego desplegado durante el torneo, pero los segundos quizás sean el equipo con más confianza de los que quedan, tras cargarse a España y el plus que da disputar una competición de este calibre en casa. Con Modric y Rakitic bien anulados por el entremado ruso, poco estaba ocurriendo en la primera parte, casi un calco del anterior partido, hasta que llegó el golazo de turno de Chéryshev. El ex-madridista cazó un balón a pocos metros de la frontal y lo envió a la escuadra derecha de la portería croata, inalcanzable para Subasic. El gol despertó de su letargo a Croacia y enseguida empató Kramaric tras asistencia de Mandzukic. El descanso llegó sin más sobresaltos y la reanudación los croatas metieron una marcha más. Con un Modric mucho más participativo, la sensación era que pronto culminarían la remontada. Perisic la tuvo con un disparo cruzado desde dentro del área, pero el palo evitó el 1-2. Siguió el dominio balcánico pero las ocasiones no abundaban, y el paso de los minutos provocó un lógico miedo a perder en ambos equipos sabiendo que disponían de 30 minutos más extra por jugar. El 1-1 aguantó hasta el final, y la prórroga fue preciosa. Justo en el minuto 100 llegaba ahora sí el gol croata, en un lanzamiento de corner cabeceado por el lateral izquierda Vida. Los rusos se volcaron al empate, conscientes del poco tiempo restante y de nuevo a balón parado, factor absolutamente decisivo en este Mundial, conseguían el acceso a la tanda de penaltis gracias al gol del brasileño nacionalizado Mario Fernandes. Los dos protagonistas en el tiempo extra lo fueron también en las penas máximas. El primero no falló pero el segundo sí, junto a Smolov con su penalti "a lo panenka". El paradón de Akinfeev a Kovacic abrió una rendija de esperanza, pero dos cracks como Modric y Rakitic no iban a desaprovechar una oportunidad así para hacer algo grande en un Mundial. Hay dudas sobre qué generación croata es la mejor de siempre, pero al menos ya sabemos que esta también disputará unas semifinales mundiales, como los Prosinecki, Boban, Suker y compañía hicieron hace ahora veinte años. Rusia, por su parte, tendrá que esperar, una vez más en su Historia, a lograr su ansiado asalto a Europa.

 

viernes, 6 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 23 - Viernes 6 de Julio. Millennials.

Dicen que son la generación más preparada de la Historia. Con todas las facilidades del mundo para formarse (profesional, psicológica e incluso físicamente) poseen además una ambición y un descaro desmedidos. Y talento. La duda con los milennials es si tendrán la capacidad de sacrificio y tenacidad de sus progenitores para cambiar el mundo. Las condiciones, sin duda, las tienen.

Si decimos que el Uruguay-Francia era un choque generacional no nos equivocamos demasiado. Lo que han hecho los Muslera, Godin, Suarez, Cavani y compañía la última década quedará para la historia. Uruguay no llega a los cuatro millones de habitantes. Aún les puede quedar algún que otro campeonato pero nadie duda de que su final se aproxima. Enfrente, una Francia que ya ha culminado su transición desde aquella maravillosa de los Zidane, Henry, Blanc y compañía. Les ha costado, pero ya están aquí. Cuando Killian Mbappé arranca en el centro del campo y se va con una facilidad pasmosa de tres contrarios te das cuenta que estamos ya en pleno siglo XXI. Hizo varias el crack del PSG en una primera parte muy táctica, pero controlada en todo momento por los franceses. Con Kanté a lo suyo, los centrales también, Pogba creciendo a cada minuto que pasa, Griezmann jugando fácil pero inteligente y las galopadas de Mbappé los galos generaban más sensación de peligro que los charrúas, que acusaron en exceso la baja de Cavani arriba. Así y todo, las ocasiones eran escasísimas (¿alguien sabe cómo meterle mano a Uruguay?), pero antes del descanso Varane golpeó a los sudamericanos donde más fuertes son: a balón parado. Pero los milennials no conocen la vergüenza. Le tocaba a los de Tabárez llevar la iniciativa en el segundo tiempo, y eso ya les cuesta más. No sabían cómo superar el trabajado entramado defensivo francés cuando Muslera, ante un disparo centrado de Griezmann, decidió imitar a Karius en la final de Champions. El 0-2 ya parecía una losa demasiado pesada, y así fue pues la media hora restante apenas tuvo nada. Así, Francia pasa a semifinales con una superioridad inesperada. Las lágrimas de Giménez en los minutos finales fueron reveladoras: un milennial como él quizás encajaba más en el equipo contrario.

Y a las 20:00 h. nada menos que un Brasil-Bélgica, para cerrar esta tremenda jornada. Si Uruguay notó la baja de Cavani qué decir de Brasil con la de Casemiro. El cerrojo del Madrid es también el de esta selección, la bisagra que evita que se rompa entre su gran defensa y su buen ataque (Paulinho y Coutinho también son más delanteros que centrocampistas). Su sustituto de hoy, Fernandinho, es un futbolista del siglo pasado. Eso mismo debió pensar Roberto Martínez al introducir en el once inicial a Fellaini por Mertens, desplazar a Lukaku a la derecha y adelantar a De Bruyne: superpoblar esa zona de tres cuartos de campo y renunciar al 9. Y le salió clavado. El gol en propia puerta precisamente de Fernandinho también ayudó, claro. Brasil tenia la posesión pero no el control (¿te suena, España?) y las contras belgas penetraban como cuchillo en mantequilla en la desarbolada defensa carioca. Hazard, Lukaku y De Bruyne parecían pasárselo en grande, como cuando eran niños en el patio del colegio... no muchos años atrás, por otra parte. Y Witsel y Fellaini aportando músculo, con ese peinado que sólo un milennial se atreve a llevar. En una de tantas el del City disparó un misil inalcanzable para Allison. 0-2 a la media hora. Brasil tuvo que esperar al descanso para poder despertar por fin de la pesadilla. Y lo hizo, porque salió de los vestuarios con otra cara. Tite movió el banquillo y el esquema, Neymar y Coutinho asumieron más protagonismo y sobre todo Douglas Costa y Renato Augusto le dieron más presencia en el área. El primero desbordaba por todos lados y el segundo acortó distancias al aprovechar una asistencia de salón de Coutinho. Ahora Bélgica sí sufría de verdad en defensa, pero con Courtois atrás y Hazard delante todo es más fácil. Las paradas del primero (la del disparo a la escuadra de Ney será una de las mejores del Mundial) y las retenciones de balón del segundo aportaron el oxígeno que faltaba por momentos. El 10 del Chelsea se coronó hoy como crack mundial. Al final, y pese al arreón final brasileño, los belgas resistieron y se meten en unas semifinales que no pisaban desde México'86, el de Maradona. Aquello fue el éxito de una persona. Lo de esta noche, el de una generación... que cuando se pone, se pone. El futuro es suyo.

miércoles, 4 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 20 - Martes 3 de Julio. Una vez en la vida.

Es mentira que todo vuelva. Que para todo se nos presente una segunda oportunidad. Por supuesto, hay situaciones que por diversas razones se vuelven a presentar en nuestra vida, pero no dejan de ser excepciones. Con Alemania, Argentina, Portugal y España ya en casa, y Brasil, Bélgica, Uruguay y Francia por la otra parte del cuadro, será muy difícil que a Suiza y Colombia se les presente otra ocasión tan favorable para hacer algo grande en un Mundial como la que se encontraban en este. 

Antes del minuto 10 de partido Suecia ya habia dejado claro de qué va esto. Con un juego simple pero muy directo, su 9 Berg ya se había encontrado con dos balones dentro del área, aunque en ambos su disparo se le fue arriba. En una primera parte en la que los helvéticos controlaban el juego, eran los nórdicos sin embargo los que disfrutaron de las mejores ocasiones de gol. La posesión es para los débiles. En la reanudación siguió la tendencia y a los 20 minutos encontraron el premio en un disparo lejano de Forsberg que desviaba la defensa para el 1-0. No pudo hacer nada en esta el portero Sommer, el mejor de los suyos anoche. Suiza lo intentó de todas las maneras, pero no tuvo acierto y deja el Mundial sabedor de que una gran oportunidad se les escapa a esta buena generación de futbolistas, no tan comunes en un país de poco más de 8 millones de habitantes. Suecia en cambio accede a los cuartos de un Mundial 24 años después... y sin hacerle falta la leyenda Ibrahimovic. Ahí queda eso.

Inglaterra-Colombia era el último partido de octavos de final y tenía una pinta estupenda, la verdad. Dos selecciones con ciertas similitudes: dos buenas generaciones de jóvenes futbolistas con un juego muy simple pero efectivo. Peligrosísimos sobre todo a balón parado, con Harry Kane y Yerry Mina como sus nombres propios en este torneo. Un detalle amenazaba con ser decisivo: James Rodriguez no llegaba al choque. Pékerman quizás se asustó demasiado con la ausencia del crack y sacó un equipo muy defensivo. Esto, unido a la poca creatividad de los ingleses y las dos férreas defensas generó una primera parte muy sosa, muy táctica. Aún con todo, era Inglaterra la que más buscaba el gol, hasta que lo encontró en una suerte ya muy familiar para ellos: Kane de penalti. A Colombia le costó reaccionar, muy limitada por esa falta de talento sin el ex-madridista, pero se guardó un gran arreón para el tramo final. Y vaya final. Nada menos que en el 93' aparecía por tercera vez (sí, tercera) en el torneo el interminable Mina para elevarse y con un gran cabezazo mandar el partido a la prórroga. En ella mucho miedo a perder de ambos: los penaltis decidirían de nuevo. Los cinco primeros fueron sencillamente impecables. El sexto de Henderson también, pero Ospina lo detuvo con una gran estirada. El larguero volvia a situar las tablas a lanzamiento de Uribe, Tripier y Dier no perdonaban pero sí lo hacía Bacca, para poner fin al sueño cafetero en un Mundial que parecía propicio para ellos.


martes, 3 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 19 - Lunes 2 de Julio. Crueldad intolerable.

El fútbol es maravilloso pero es un lugar cruel. Un lugar donde poco importan los méritos, las dinámicas, la justicia. Al final son detalles los que deciden, momentos, y más en este Mundial de Rusia. 

No fue cruel hoy el fútbol con México, pues Brasil le ganó bien, pero sí quizás con el hecho de encontrarse con la pentacampeona tras las sensaciones que dejó en la fase de grupos. Su merecidísima victoria ante Alemania, vigente campeona, y su cómodo triunfo en el siguiente encuentro ante Corea del Sur parecían destinarle a liderar el grupo y evitar así al "coco" en octavos. Pero aquellos fatídicos 15 minutos ante Suecia lo complicaron todo. Porque hoy poco pudieron hacer los de Osorio. Y no será por los primeros 20 minutos de partido, que recordaron a aquellos ante los germanos. Una asfixiante presión sorprendió a los brasileños quienes, eso sí, tampoco necesitaron de Allison para mantener la porteria a 0, debido a esa gran defensa que puede hacerles ganar otro Mundial. Poco a poco se fueron estirando y llegando al área de Ochoa (partidazo el suyo) aunque el descanso llegó sin goles. De los vestuarios salieron Willian y Neymar dispuestos a finiquitar esto rápido. Una gran internada del primero la culminó el segundo para el 1-0. El crack del PSG se convirtió entonces en protagonista, no sólo por su talento (va a más en el torneo) sino por su (demasiados frecuentes ya) intentos de engañar al árbitro. Se desesperaron por momentos los mexicanos, que lo intentaban pero poco podían hacer ante Thiago Silva, Miranda y compañía. Estaba curiosamente más cerca el 2-0 pese al dominio azteca, y finalmente llegó a cinco del final. Era ahora Neymar quien fabricaba la jugada rematada por Firmino, clasificando para cuartos a una Brasil que cada vez recuerda más a aquella de Cores y Japón 2002. Y ya sabemos cómo terminó aquello. 

Precisamente los nipones llegaban a su duelo de las 20:00 h ante los belgas sin nada que perder. Su pase "in extremis" a octavos (decidieron las tarjetas) pero sobretodo la gran fortaleza demostrada por Bélgica (pleno en puntos y un balance goleador de 9-1) dejaban claro quién era el favorito anoche. Pero seguramente por eso entraron al partido tan bien. Con el orden que les caracteriza y rápidas contras miraban a la cara a los de Roberto Martínez. De tú a tú. Ni tener que frenar a esa bestia llamada Lukaku parecía asustarles. Incluso terminaron el primer tiempo mejor que su rival, con dos claras ocasiones. A la reanudación siguió la misma dinámica y en apenas cinco minutos primero Haraguchi en una contra y luego Inui con un golazo desde la frontal colocaron un sorprendente 0-2 en el marcador. Para Bélgica fue, y con razón, un mazazo del que le costó recuperarse. Pero menudo despertar cuando lo hizo. El español Roberto Martinez movió el banquillo y vaya si acertó. Primero fue Vertonghen quien acortó distancias para a los pocos minutos el recién ingresado Fellaini empatar con un cabezazo marca de la casa. La segunda parte era memorable, y la guinda la puso el otro cambio belga, Chadli, al rematar a placer tras un amago exquisito de Lukaku. La valentía de Japón le costó su eliminación, pues el 3-2 lo sufrió tras volcarse en un saque de esquina. Fue un final cruel para ellos, tras rozar el milagro el 0-2, pero nos demostró a otros que si hay que caer mejor hacerlo con la cabeza bien alta.


lunes, 2 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 18 - Domingo 1 de Julio. Inocente, inocente.

España estaba bien avisada tras los fiascos de Argentina y Portugal. Ni siquiera tener a los dos mejores les valió. Es este el Mundial de la igualdad, no hay duda ya, y los de Hierro además llegaban a los octavos con más dudas que certezas tras la fase de grupos.

Con Isco de nuevo como director de orquesta, el dominio del juego era español y, aunque no llegaban demasiadas ocasiones, las sensaciones eran buenas. El gol llegó pronto, además, en una acción desafortunada del capitán Ignashévich. Pareció entonces que con el 1-0 ya estaba todo hecho. Posesión pero sin ocasiones... y sin control. No se pisaba área contraria y cuando los rusos pisaban la nuestra temblábamos a pesar de los 4.000 km. de distancia. España parecía empeñada en seguir com el guión de este Mundial: mucho balón pero inocencia en las áreas, donde se decide todo. Inocencia y regalos, como el de Piqué (de nuevo) a poco del descanso con unas manos infantiles a remate de Dzyuba. El mismo delantero ruso convirtió el penalti y puso las tablas. Nada cambió tras el descanso. Sólo Koke en la recuperación e Isco en la creación parecían darse cuenta del paso de los minutos. Pero faltaba "punch" arriba. Algo se ganó con el cambio de Aspas por Diego Costa, pero viendo la muralla rusa y la escasez de ideas españolas, quizás Hierro debería haber hecho más que cambiar hombres por hombres (Carvajal e Iniesta ofrecieron poco más que Nacho y Silva, respectivamente). De repente llegó el minuto 90 y, mientras los rusos se abrazaban, los españoles andaban cabizbajos. Revelador. Con la entrada de Rodrigo por fin llegó el segundo delantero y las ocasiones más claras. Pero entonces apareció el capitán Akinfeev, ganando ya confianza para la tanda de penaltis. Se llegó a ella y el miedo era evidente. Sobretodo porque los penaltis son dos cosas: psicologia y porteros. Y ellos llegaban crecidos, los nuestros frustrados y De Gea con todos los fantasmas del mundo tras su discutido torneo. Lo que nos temíamos ocurrió: el suyo paró dos y el nuestro ninguno, y España se va a casa demasiado pronto y ante un rival muy menor. Nada extraño por otra parte viendo los cuatro partidos, donde no hicimos nada para merecer otro desenlace... o quizás mucho para merecer este, empezando por descabezar al grupo a dos días del Mundial.

Croacia y Dinamarca parecieron saltar al campo con la misión de demostrar al mundo de qué va esto, tras lo visto en Moscú un rato antes. A los 4 minutos ya habian marcado los dos ("¿veis de qué va esto, españoles?"). Pero poco duró la rebeldía. Con alternancias en el juego y pocas ocasiones llegó el descanso, y la segunda parte es quizás la más aburrida del Mundial. En la prórroga más de lo mismo, mucho respeto y pocas nueces, hasta que en el 114' Jorgensen derribó a Rebic cuando iba a marcar, vio amarilla pero Schmeichel le paró el penalti a Modric. ¿Dónde hay que firmar? En la segunda tanda del día los dos arqueros sí hicieron méritos para llevársela. En un gran duelo de paradas, Subasic terminó siendo el héroe y dio el pase a cuartos a unos croatas que nunca imaginaron sufrir tanto, sobretodo tras su impecable fase de grupos.


domingo, 1 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 17 - Sábado 30 de Junio. La Revolución Rusa.

Primera jornada de eliminatorias y con Messi y Cristiano ya como protagonistas. Sus segundos puestos en sus respectivos grupos les enviaba a la parte más dura del cuadro: nada menos que Francia y Uruguay como primeros obstáculos a superar.

En Kazan se jugaba un auténtico partidazo. La solidez como equipo de los franceses frente al mejor jugador del mundo... aunque en este Mundial no lo estuviese demostrando. En su búsqueda por hacerle sentir lo más cómodo posible, ayer Sampaoli decidia situarlo de falso nueve, con libertad total de movimientos y dos flechas en las bandas como Di Maria y Pavón. Sin embargo ayer el protagonista iba a ser otro. Recordando al mejor Ronaldo Nazario, una espectacular arrancada de Mbappé sólo podia ser frenada por Rojo haciendo penalti, que convertia Griezmann en el 1-0. Con el gol, Francia se replegó y Argentina, otra vez con un ausente Messi, no encontraba soluciones. Hasta que Di Maria paró un balón a 30 metros de la porteria, levantó la cabeza y la puso casi en la escuadra. Como suele pasar, el gol justo antes del descanso fue psicológico y a la vuelta la albiceleste salió mejor. Un disparo de Leo era desviado por Mercado para darle la vuelta al marcador, y abria unos 20 minutos de locura. Francia se sobrepuso rápido, con una espectacular volea de Pavard y la reaparición de la joya del PSG. Su doblete en 5 minutos, en una cita tan importante y con sólo 19 años es sólo un anticipo de lo que está por llegar. El 4-2 parecia ya definitivo, pero Argentina no dejó de intentarlo, aunque al igual que ante Nigeria más con corazón que con cabeza. El tanto de cabeza de Agüero llegó demasiado tarde, y los sudamericanos se van a casa demasiado pronto, en un Mundial que debia ser el de un a la postre decepcionante Leo Messi.

Tenia pues una ocasión perfecta Cristiano Ronaldo para seguir manteniendo vivo el debate de mejor del momento en su particular persecución al 10 del Barça. Pero Uruguay es mucho más que Portugal, al igual que Francia lo es de Argentina. Y para colmo, a los siete minutos los charrúas se encontraron con el partido que buscaban. En la enésima conexión en estos años entre sus dos cracks Cavani rematava a la red un preciso centro de Suárez. Uruguay entonces echó el cerrojo y Portugal no encontraba caminos hacia el gol. El descanso llegó sin novedades, y la arenga de CR7 a los suyos pareció surtir efecto pues Pepe empataba a los pocos minutos. Sin embargo, la sensación era que los de Tabárez podian marcar cuando lo necesitaran. Así lo demostró otra vez Cavali, poniendo el broche a su fabulosa noche con un golazo al primer toque. Y de nuevo la misma historia: repliegue y a esperar que pasaran los minutos. El empate ahora no llegó, y el torneo se queda sin sus dos máximas estrellas. Poco más de 100 años tiene lugar otra Revolución en tierras rusas. Entonces la población se rebelaba ante las desigualdades y abusos de la nobleza, arrebatándoles al fin el poder. Ahora son aspirantes como Cavani o, sobre todo, Killian Mbappé los que parecen avisar a los "zares" Messi y Cristiano de que su reinado puede estar llegando a su fin.

viernes, 29 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 15 - Jueves 28 de Junio. Mina de oro.

Terminaba ayer la fase de grupos, tras haber transcurrido ya 15 días de Mundial. Esto va que vuela. Y va muy bien, además. Las sensaciones que nos deja esta primera mitad de torneo son inmejorables. La regularidad ha sido la constantes en todos los grupos, con sorpresas agradables como Rusia, México, Bélgica o Japón y decepciones como España, Argentina o la ya eliminada Alemania. El VAR también ha demostrado ser un auténtico acierto, al solventar muchas dudas y errores arbitrales. Ayer se definían las posiciones de los dos ya clasificados del grupo G y se buscaban los afortunados del posiblemente grupo más disputado de todos, el H.

Es cierto que Polonia había decepcionado en las dos primeras jornadas. Con un Lewandowski que pasó desapercibido (tampoco estuvo nada acompañado). Los europeos no dieron la talla en un grupo teóricamente "asequible". Pero esto es un Mundial, el mayor escaparate futbolístico del mundo, y todos buscan lo mejor de sí incluso no jugándose nada. Cierto es que mucho contribuyó a ello el técnico japonés, dejando extrañamente en el banquillo a pesos pesados como Inui, Kagawa o Honda. Curiosamente no empezaron mal el encuentro, pero se fueron desinflando poco a poco hasta encajar el 0-1 obra de Bednarek. Polonia tuvo varias ocasiones incluso para ampliar la renta, pero el partido finalizó con los nipones pasándose el balón en el centro del campo, sabedores de que el resultado del otro partido les clasificaba... aunque fuese por haber visto menos tarjetas amarillas que Senegal. Curiosa anécdota. Y es que en Samara Colombia no falló, aunque tuvo muchísimos problemas. Lejos del juego desplegado ante los polacos, el estado físico de James era además otra piedra en el camino. Casi cojeando aguantó el crack hasta el minuto 30, cuando fue sustituido dejando su sitio a Muriel. Los cafeteros necesitaban ganar sin su estrella, su talento y su corazón. Fue un auténtico golpe anímico en las coloridas gradas y también en el campo, donde un fabuloso Ospina evitaba en varias ocasiones el gol africano. Salieron mejor en la reanudación. Pisando ya área contraria, conducidos por el crack de River Juan Fernando Quintero (menudo Mundial el suyo), fue precisamente un saque de esquina sacado por éste y rematado por Yerry Mina el que abría el marcador. El poderoso juego aérea del discutido central del Barça volvía a ser decisivo, dando la clasificación a octavos y haciendo vibrar a todo un país. Un país con muchas dificultades pero que vive el fútbol con pasión, casi como una religión. Seguro que los casi 50 millones de colombianos ya están rezando para que lo de James Rodríguez sea lo menos posible.

En el grupo de Inglaterra y Bélgica sólo quedaba por saber quién era primera y quién segunda. Se daba la circunstancia que el líder de grupo iba destinado a la parte del cuadro más dura, la de Portugal, Francia, Argentina y Brasil, y se notó en los onces de ambos equipos. Sin embargo, "la indirecta" lanzada por los técnicos no la cogieron los 22, quienes disputaron un encuentro muy digno. Y es que (otra vez) esto es un Mundial. Con 0-0 al descanso, valió de verdad la pena la espera viendo el golazo de Januzaj, un zurdazo tras fino regate que entró por toda la escuadra. Puede acabar siendo un gol envenenado, viendo el camino hasta la final que les espera, pero al menos los belgas demostraron profesionalidad. También los ingleses, que lo intentaron sobretodo mediante Rashford y Vardy, pero el empate no llegó. Poco interés tenía el otro partido de grupo, aunque muchísimo para sus dos protagonistas. Las victorias de Túnez o Panamá en un Mundial han sido, son y (posiblemente) serán tan escasas que automáticamente se convierten en históricas. El otro día el capitán Baloy marcaba el primer tanto de los panameños en una Copa del Mundo en su historia y el afortunado tanto del joven Rodríguez amenazaba con significar ayer la primera victoria. Sin embargo, en el segundo tiempo el (comprensible) vértigo les llegó, y su excesivo repliegue defensivo lo penalizaron los tunecinos con dos goles en apenas cinco minutos que daban la vuelta al marcador. Hoy jornada de descanso, momento para coger fuerzas de cara a lo que queda, lo mejor por otra parte aunque cueste creerlo, viendo lo que ha dado de sí esta maravillosa fase de grupos.


jueves, 28 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 14 - Miércoles 27 de Junio. Ya no siempre gana Alemania.

En el ya conocido como "Mundial de las sorpresas", curiosamente entre las ocho selecciones clasificadas para octavos de final se encontraban todas las grandes. Unas con más dificultades que otras, pero al final Uruguay, España, Portugal, Francia y Argentina habían logrado superar la fase de grupos. Ayer era el turno de Alemania y Brasil.

El ex-futbolista inglés Gary Lineker definió una vez el fútbol como "un juego de once contra once donde siempre gana Alemania". La frase se hizo mundialmente famosa porque (casi) siempre se mantenía vigente, debido a todos los éxitos que los bávaros iban consiguiendo durante las últimas décadas. Viendo la fase de clasificación nadie dudaba de que llegaban a Rusia como máximos favoritos a revalidar el título, pero los dos primeros partidos dejaron más dudas que certezas. O al menos sí una: la difícil transición generacional que están sufriendo y sufrirán los próximos años. Parece ya haber pasado lo mejor de los Neuer, Hummels, Boateng, Khedira, Ozil, Muller o Mario Gómez, mientras que los Kimmich, Hector, Goretzka o Werner igual no son tan buenos como pensábamos. Ante México y Suecia ya se descubrieron las dificultades para generar juego ofensivo y una insólita fragilidad defensiva (curiosamente mismos síntomas que España), y ayer se confirmó. Los primeros 45 minutos pasaron casi sin darse cuenta, con apenas trabajo para el portero surcoreano, y al poco de volver de vestuarios Suecia se adelantaba ante México (dejándolos virtualmente fuera del Mundial) y entonces llegaron las prisas. Low movió rápidamente el banquillo, pero que el recurso para la remontada sea colgar balones a Mario Gómez o que Muller cace algún balón suelto nos dice mucho del nivel de Alemania en el torneo. No llegaba el gol, y además Suecia metía tierra de por medio ante una desconocida México, que había ilusionado en los dos primeros partidos. Al final, no sólo el tanto no llegó, sino que Corea aprovechó dos contras para firmar un doloroso 0-2 que confirma la maldición del campeón: los de 2006 y 2010, Italia y España, ya cayeron a las primeras de cambio en 2010 y 2014 respectivamente.

A las 20:00 h se decidía el grupo de Brasil. Además de la canarinha, Suiza y Serbia tenían opciones de clasificación. Los de Tite empiezan ya a asustar... y no precisamente por su juego, sino por su sobriedad. A este equipo Alemania no le hubiese metido siete hace cuatro años ni jugando diez partidos seguidos. Si a una buena defensa le sumas un centro del campo sacrificado con Casemiro, Paulinho o Willian, más la calidad de Coutinho y Neymar, el resultado es un claro favorito al título. El torneo del crack del Barça ya llega a sobresaliente. Lo que se estarán alegrando en la ciudad condal de tenerlo ya y no tener que ir a por él tras este Mundial. Aún serán baratos los 160 kilos que se pagaron... quién lo diria. El 1-0 de ayer lo anotó el también culé Paulinho tras un pase magistral del ex del Liverpool. Apenas creó peligro Serbia, pese a su ramillete de buenos futbolistas, pero a este equipo es complicadísimo meterle mano. Thiago Silva mediado el segundo tiempo casi sentenciaba el partido con un cabezazo en un córner lanzado por Neymar, que poco a poco se va entonando. Lo que faltaba. Mientras, en el otro encuentro Suiza y Costa Rica firmaban un entretenido duelo... con un 2-2 final que da la clasificación a los helvéticos y deja un buen sabor de boca final a los centroamericanos, que fueron incluso mejores en muchos momentos. Pasan brasileños y suizos, por tanto. Una lástima la eliminación de los balcánicos, quienes dejaron muy buenos momentos sobre todo en los dos primeros partidos... pero esto es un Mundial, señores. Que se lo digan a Alemania.


martes, 26 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 13 - Martes 26 de Junio. Y llegó Messi.

No habían debutado todos aún en el Mundial. Tras sus dos pobres primeros partidos, en los que casi ni se le vio, el destino daba al para muchos mejor jugador del planeta la oportunidad aún de redimirse. La victoria de Nigeria ante Islandia generaba una mínima esperanza a una Argentina que, eso sí, mucho debía mejorar para siquiera ganar a los africanos. Empezando por él.

Pero antes se decidían los dos clasificados del grupo C. A veces no hace falta ni hablar para que se dé el resultado que dos buscan. El empate le valía tanto a Francia como a Dinamarca para pasar a octavos, y lo que todos se imaginaban ocurrió. Deschamps ya dejaba entrever el "biscotto" con las numerosas rotaciones que hizo en el once inicial (dando descanso a fijos como Lloris, Umtiti, Pogba o Mbappé) y una vez el balón echó a rodar todo quedó confirmado. Un partido de "mírame y no me toques", donde por no haber no hubo ni recuperaciones de balón de Kanté. El 0-0 estaba cantado y así sucedió pero, lo que son las cosas, el desenlace del otro encuentro de grupo provocó que tampoco fuera necesario tanto pacto. La selección que parecía que se jugaba algo era la peruana... y no la australiana. Una magnífica volea de André Carrillo tras centro de Guerrero y el 0-2 de este último al volver de los vestuarios zanjaron un encuentro en el que por fin Perú consiguió puntuar en este Mundial. Tras el buen juego desplegado, hubiera sido muy injusto que no lo hubiesen hecho.

La cara de Messi al salir del túnel de vestuarios del espectacular Estadio Krestovski de San Petersburgo era otra. Quizás consciente de la transcendencia de la cita, el gesto era más vivo, la mirada más atenta, incluso sonreía. O a lo mejor era simplemente el verse rodeado de un equipo "normal". Sampaoli se dejó de experimentos, volvió a la defensa de cuatro y se jugó el Mundial con Banega, Di Maria o Higuain. Ya desde el inicio se notó otra actitud. Mucho más intensos que en los otros dos partidos, incluso el 10 corría para recuperar... lo que contagiaba a la vez al resto. Antes del cuarto de hora ya supimos todos porqué Banega debe jugar siempre. Un milimétrico pase suyo de 40 metros lo bajó casi acariciando el balón Messi, que definió con la pierna mala al palo largo. Hoy era otra cosa. Argentina controló cómodamente el juego el resto de la primera parte, es cierto que sin grandes ocasiones salvo un lanzamiento de falta del de Rosario al palo, pero con la sensación de tener el partido en el bolsillo. Llegaban además buenas noticias desde Rostov, donde Islandia y Croacia seguían 0-0 por lo que la albiceleste estaba a esa hora clasificada. Sin embargo, la pausa intermedia no sentó nada bien a los de Sampaoli, salieron "dormidos" de ella, y Mascherano lo complicó todo aún más con un absurdo agarrón en un córner. Penalti dudoso, eso sí, pero que aprovechó Moses para empatar el partido. Volvieron de repente los fantasmas. Ante el desconcierto argentino, Nigeria se lo empezó a creer y pudo incluso marcar el segundo en un par de ocasiones. Tampoco había noticias de Messi en el segundo tiempo, de nuevo poco participativo a pesar de su buen primer tiempo. Por si fuera poco, los islandeses empataban el tanto croata y metían más miedo aún. Parecía una gesta que Argentina pudiese levantar esto pero, esta vez, aunque con más corazón que juego, los de Sampaoli sí dieron un paso al frente. La entrada del eléctrico Pavón había abierto el campo y provocado que Messi se centrase entrando otra vez más en juego, pero fue otro el héroe de la noche. Nadie sabe cómo el central zurdo (Marcos Rojo) se encontraba dentro del área en el momento justo para enganchar una tremenda volea con la derecha y hacer estallar a los 30.000 argentinos allí presentes. Corrieron lágrimas al pitido final no sólo en la grada sino también en el verde, y sea como fuere "La Argentina" estará de nuevo en los octavos de final de una copa del mundo.


lunes, 25 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 12 - Lunes 25 de Junio. Mar de dudas.

Llegaba ya la última jornada en los grupos A y B. En el primero ya se conocían los clasificados a octavos, Rusia y Uruguay, que se enfrentaban entre ellos para definir quién acababa primero y quién segundo, mientras que en el de España aún Irán tenía una mínima oportunidad de enviar a portugueses o españoles a casa.

El Arabia Saudí-Egipto era el primer duelo sin nada en juego en este Mundial. Salah sin embargo tenía cosas que demostrar. Lastrado aún por aquella lesión en el hombre de la final de Champions, no hemos podido ver su mejor versión, pero hoy nos dejó una pincelada al menos de su clase, con una definición exquisita en el 0-1. Pudo hacer doblete en otra contra calcada pero la vaselina ahora le salió desviada. Rusia 2018 está siento tan grande que podemos ver hasta porteros de 45 años parando penaltis. El Hadary celebró así su récord de longevidad, pero no pudo evitar el empate saudí justo antes del descanso. Como suele pasar, el gol funcionó como motivación y la segunda parte fue de los asiáticos, que obtuvieron el premio en el tiempo de descuento. Mientras tanto en Samara el partido más atractivo en teoría tuvo curiosamente menos historia. Luis Suárez ejemplificó con su lanzamiento de falta a los 10 minutos lo que es este equipo: pragmatismo. Una falta en la frontal se ejecuta fuerte y abajo al palo del portero. Tuvo Cheryshev casi a continuación el empate con una clarísima volea que se encontró Muslera, pero lo que es el fútbol, minutos después un disparo sobre él acabó significando el desafortunado 2-0. Para colmo, Rusia se quedaba con uno menos y el partido ahí sí parecía acabarse. El segundo tiempo sólo sirvió para que Cavani se estrenara en el torneo, y para que Uruguay acabe la primera fase invicta, seña de identidad de lo que es este equipo.

A las 20:00 h Portugal y España buscaban acabar cuanto antes con cualquier atisbo de sorpresa. Y lo cierto es que ambos encuentros tuvieron de todo menos tranquilidad y guión esperado. Los nuestros empezaron bien el partido. Liderados por un magistral Isco, las combinaciones a menudo finalizaban con peligro, pero un despiste entre Iniesta y Ramos provocó el gol marroquí. El tanto, a pesar de lo inesperado, no pareció afectar demasiado a España que poco después empataba aprovechando la calidad de la que hoy disponía en el centro del campo. Un gran tuya-mía entre Iniesta, Costa e Isco terminaba con el remate a la red de este último, que ya empieza a destacar bastante sobre el resto de sus compañeros en este Mundial. El encuentro poco a poco se fue atascando. Marruecos, sabedor de su inferioridad, no tenía reparos en recurrir al juego duro y, además, creaba enorme peligro una vez superaban el medio campo ante la increíble pasividad de los Piqué, Ramos y compañía... hoy de nuevo preocupantemente despistados. De Gea evitó otro tanto africano en un peligroso mano a mano, aunque también España pudo haber marcado antes del descanso, al que se llegaba con la sensación de que ni mucho menos la situación estaba bajo control. Todo lo contrario que en el otro partido, donde los portugueses no pasaban excesivos apuros y parecían encarrilar su pase con un golazo con el exterior del pie derecho de Quaresma. Uno de los suyos, sí. Ambos encuentros entraron en una fase similar a la vuelta de vestuarios. Las ocasiones del gol desaparecieron, y muy preocupante era imagen de España. Con un Iniesta al que se le acababa la gasolina, unos desaparecidos Costa y Silva y unos discretos Busquets y Thiago, la fluidez del primer tiempo no llegaba, si acaso pinceladas de Isco, y desde el banquillo tampoco parecían llegar soluciones. Es más, cuando Hierro por fin se decidió pareció confundirlo todo un poco más. De repente nos quedamos sin goleador al que centrar balones y con Silva de organizador. Cristiano Ronaldo también se había sumado a las dudas al fallar donde él nunca falla: el lanzamiento de penalti, y los minutos finales significaron una auténtica montaña rusa. En Nesyri aprovechó el despiste continuo de la defensa española para volver a adelantar a Marruecos con un gran cabezazo y sonrojar más si cabe a la Roja. Ya en el descuento, un taconazo de Aspas, anulado en un principio por el árbitro al pitar fuera de juego pero rectificado segundos después por el VAR, ponía las tablas de nuevo. Bendito VAR. Y casi de forma simultánea, Irán mandaba a Portugal a pelearse con Uruguay en octavos al empatar también en el tiempo añadido. España lo hará así finalmente ante Rusia. Impensable tan sólo 5 minutos antes. En principio bueno para los nuestros, aunque visto lo visto el peor enemigo no son otros que nosotros mismos y las enormes dudas que tras estos tres partidos dejamos.


domingo, 24 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 11 - Domingo 24 de Junio. Los puntos sobre las íes. 

Inglaterra y Colombia disfrutan de dos generaciones de futbolistas jóvenes y con mucho talento. Mucho se espera de ellas en un futuro próximo, pero lo cierto es que no empezaron con buen pié que digamos el Mundial. Sin llegar a las decepciones de Argentina, Brasil o, sobre todo, Alemania, lo cierto es que dejaron muchas dudas en su debut. Los europeos consiguieron los tres puntos en el descuento mientras que los americanos no siquiera puntuaron después de jugar casi todo el partido con un jugador menos, todo hay que decirlo. Hoy tenían la oportunidad de enmendarlo.

El otro partido del día era el Senegal-Japón, a priori con mucho menos atractivo... pero en este Mundial no hay duelo aburrido. Aunque los últimos años los países del norte de África han demostrado estar un escalón por encima del resto del continente, en Rusia los que mejor imagen están dando son los senegaleses. Con un orden táctico y pegada impropio de una selección africana, hoy consiguieron adelantarse por partida doble. Pero si algo ha caracterizado a Japón a lo largo de su historia ha sido su capacidad de resurrección, de sobreponerse a las adversidades. Hace poco más de 70 años salieron de la Guerra absolutamente arrasados y hoy en día están a la vanguardia de la modernidad. Primero el delantero recién fichado por el Betis Inui y después la leyenda Honda lograron contrarrestar los tantos de Mané y Wague respectivamente, dejando un 2-2 final que provoca que ambos dependan de sí mismos en la última jornada para pasar a octavos de final.

Que Inglaterra haya marcado hoy en la primera parte tantos goles como en los dos últimos mundiales deja bien claro dos cosas: la larga travesía en el desierto por la que atravesaban los últimos tiempos y la enorme pegada que tiene esta generación. También contribuyó la débil Panamá, muy lejos de la ordenada y ruda Túnez de la primera jornada, pero que también fue protagonista hoy al conseguir su primer gol en un Mundial de fútbol. Felipe Baloy ya entró en la Historia. Por parte de los pross los protagonistas fueron sin duda Kane con su hat-trick (pichichi del torneo con 5 tantos ya), Stones con su sorprendente doblete y un Lingard que dejó la joya del partido con un golazo por la escuadra. Los ingleses se jugarán ahora la primera plaza el Jueves ante la también ya clasificada Bélgica.

Pero era el último partido del día el más apetecible de ver. El quinto puesto que ostenta Polonia en el Ranking FIFA nos da una idea del nivel ofrecido en las últimas Eurocopas y Mundiales. Un equipo repleto de jugadores que brillan en las mejores ligas europeas y liderado por el gran Lewandoski pero que en este Mundial no está funcionando. Ya pasaron muchos problemas ante Senegal, y hoy Colombia les pasó por encima del minuto 1 al 90. Con un James ya como titular, bien arropado por los excelentes Quintero y Barrios, un puñal llamado Cuadrado y un delantero de primer nivel como Falcao, si este equipo consigue sacrificio defensivo y agresividad puede sorprender a cualquiera. Y hoy lo tuvieron. Yerry Mina abrió el marcador antes del descanso al cabecear un preciso centro de James, poniendo justicia ante el vendaval cafetero de los primeros 45 minutos, La segunda parte fue más de lo mismo. Con agresividad en el medio y cómodos atrás, las zurdas de oro de Quintero y (otra vez) James asistieron magistralmente a Falcao y Cuadrado para poner el 3-0 final. En la grada la pasional hinchada colombiana gritaba de alegría, y en el palco dos mitos como Valderrama e Higuita se abrazaban y sonreían imaginando que tal vez sea esta generación la que alcance las cotas que aquella magnífica suya de los 90' no pudo lograr.


Diario de un Mundial

Dia 10 - Sábado 23 de Junio. Ilusión y victoria.

Llegaba el "match ball" para la actual campeona del Mundo. Tras su tropiezo ante México y la pobre imagen ofrecida, Alemania no sólo debía ganar a Suecia para reivindicarse sino para mantener sus opciones intactas de pasar a octavos. Por otra parte, mexicanos y belgas buscaban confirmar sus excelentes sensaciones de la primera jornada.

Si bien es cierto que han sido ante dos selecciones "menores" como Panamá y Túnez, las dos goleadas con las que Bélgica ha solventado sus dos primeros partidos del Mundial asustan ya a todos. 8-2 dejan como balance de goles hasta el momento. Ayer salieron al partido con la intención de liquidarlo cuanto antes. La verdad es que ver enfrente a Lukaku, Hazard, Mertens o De Bruyne debe provocar pánico a cualquier defensa del mundo. En un vendaval ofensivo, a los 15 minutos ya habían encarrilado el encuentro, con tantos de los dos primeros, aunque el rápido 2-1 de Bronn dio esperanzas a los tunecinos. La locura de goles se frenó... pero justo antes del descanso el killer del United marcó el gol probablemente clave del partido. Por si quedaban dudas el crack del Chelsea las despejó a los 5 minutos de la reanudación con el 4-1, y ya los siguientes 40 fueron casi un trámite, que sólo se alteró con un tanto para cada equipo en las postrimerías para dejar el 5-2 final.

El segundo partido del Sábado debía ser la confirmación de la hasta ahora quizás mayor sorpresa positiva del torneo, la victoria de México ante Alemania. Atacar a un equipo encerrado atrás es más difícil ya que hacerlo con espacios, y los mexicanos así lo corroboraron en el inicio de partido ante Corea del Sur. Sin embargo, un regalo del central Hyun-Soo lo facilitó todo. No lo desaprovechó Carlos Vela para adelantar a los suyos. Poca historia tuvo el resto de la primera parte, y en la segunda los aztecas salieron decididos a sentenciar. Una contra elaborada por esos dos puñales que tiene México arriba, Hirving Lozano y Chicharito Hernández, la culminaba este último para poner más tierra de por medio. Sin embargo el 2-1 en el descuento de Son, delantero del Tottenham, no sólo les metió el miedo en el cuerpo sino que puede hacer peligrar su clasificación a octavos, pese a los 6 puntos y la excelente imagen que están ofreciendo los de Juan Carlos Osorio.

Y es que si aún no están en octavos es por la victoria de Alemania ante Suecia anoche en Sochi. No les quedaba otra a los de Joaquim Low. Pero cómo no fiarse de los alemanes. Lo que para Bélgica y México es algo ilusionante, disfrutar de este gran momento y soñar con hacer algo histórico en Rusia, para Alemania conseguir victorias y avanzar de rondas en una copa del mundo es casi una obligación. Sin embargo Suecia no fue un rival tan fácil de superar. Los cambios en el once incial de Low parecieron surtir efecto, ya que empezaron el encuentro jugando realmente bien. Sin embargo, esto es fútbol, y cuando más cerca parecía estar el gol alemán fue Toivonen el que adelantó a los suecos tras un grave error de Toni Kroos. Lo siguieron intentando los actuales campeones pero el descanso llegó sin novedades. Fue Reus (titular ayer en lugar de Ozil) el que logró empatar al poco de volver de los vestuarios. Le volvió a entrar el miedo a los suecos que, conscientes de lo valioso que era el punto para ellos tras su victoria ante Corea, recularon de forma exagerada. Pero a Alemania en cambio sólo le valía ganar, y poco a poco fue generando ocasiones aunque el tanto de la victoria se resistía. Ya cuando parecía que el muro nórdico iba a poder resistir, un magistral libre directo a la escuadra de Toni Kroos dejó bien claro de qué madera están hechos los campeones.


sábado, 23 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 9 - Viernes 22 de Junio. Una Musa albiceleste.

Jugaba de nuevo ayer Argentina en el Mundial, por segundo día consecutivo. No, no es un error de la FIFA. El Mundial es tan maravilloso que un Islandia-Nigeria puede determinar el futuro en el torneo de una de las grandes. Otro grande, Brasil, también se jugaba medio pase a octavos tras el tropiezo en la primera jornada ante los suizos.

La primera parte pareció ser la tercera de aquel partido. Un equipo plano, sin verticalidad y donde Neymar seguía ausente. El ordenado 5-4-1 de los costarricense también contribuía a ello. La segunda mitad sin embargo fue totalmente distinta. Los brasileños parecieron darse cuenta del paso de los minutos con el 0-0 en el marcador, y pusieron una o varias marchas más. Fueron creciendo todos, en especial un Coutinho que se echó el equipo a las espaldas y los cambios fueron decisivos. Douglas Costa y Roberto Firmino ejemplifican a la perfección la definición de revulsivo, dos jugadores que cualquier entrenador querría recurrir a ellos en partidos que se encallan. Le dieron verticalidad y más presencia brasileña en el área tica, pero el gol se resistía. Y mucha culpa de ello la tenía ese coloso llamado Keylor Navas cuyo último tercio de la Temporada está siendo memorable. Ya pocos dudan de su titularidad en año que viene en la portería del Madrid. Sin embargo, al final con tanta ocasión se acabó haciendo justicia, y Coutinho y Neymar pusieron un 2-0 que puede significar lo peor para el resto de selecciones: que Brasil coja confianza.

Viendo el nivel de los dos equipos, el Serbia-Suiza podría significar otra histórica batalla en Kaliningrado, tras aquella decisiva de la Segunda Guerra Mundial. Y así fue. Comenzaron mejor los balcánicos, con un gran cabezazo de ese gran delantero que es Mitrovic. Fue el mejor inicio posible, pues provocó que Suiza asumiera riesgos y como consecuencia las peligrosas contras de Serbia. A pesar de las ocasiones de ambos, el 1-0 aguantó hasta el descanso, pero al poco de la reanudación un espectacular zurdazo desde fuera del área de Xhaka ponía las tablas. Las alternativas en juego y llegadas al área seguían, hasta que ya en el descuento, con Serbia volcada en campo contrario (quizás conscientes de la importancia de los tres puntos teniendo a Brasil como rival en la ultima jornada), Shaqiri recibió un balón y con una formidable cabalgada lograba cerrar el partido... y casi la clasificación de los suyos. Los suizos tendrán a una Costa Rica ya eliminada enfrente y los serbios quizás al peor rival con el que jugarte tu futuro en un Mundial, en un grupo E que está siendo una auténtica maravilla.

Gran parte del futuro del D se decidía en ese Nigeria-Islandia de las 17:00 h de la tarde. Cómo de mal tiene que estar Argentina para que su futuro dependa de lo que haga la selección africana. El miedo a perder se impuso en los primeros 45 minutos. Aunque con alguna ocasión más para los europeos, el descanso llegó sin grandes noticias. Pero el tempranero gol de Musa al volver de vestuarios lo cambió todo. Obligó a Islandia a buscar el empate, lo que provocaba mucho espacio para las contras nigerianas. En una de ellas otra vez el mismo nombre fue protagonista, que con su rapidez sorteó al defensa y al portero para firmar el 2-0 y dar una bola extra a los albicelestes en la última jornada. Se espera revolución en el once de Sampaoli el Martes, aunque la resurrección sólo llegará si D10S deja de una vez de caminar sobre el campo.


jueves, 21 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 8 - Jueves 21 de Junio. Debacle absoluta.

Ya en el dia 8 de Torneo llegaba la primera "final" del mismo. Tras el tropiezo con la sorprendente Islandia, Argentina afrontaba un encuentro decisivo precisamente ante el rival más duro del grupo, la Croacia de Modric, Rakitic o Mandzukic. Las sensaciones no eran nada buenas, pero tener en tus filas al mejor del mundo siempre te permite soñar.

Antes llegaron los otros dos partidos del dia. En el primero Dinamarca y Australia trataban de no perder la estela del "coco" del grupo C, Francia. Los daneses comenzaron de forma inmejorable con el gol a los pocos minutos de su gran estrella, Eriksen, quien aprovechaba con una volea a la red una gran asistencia de su compañero Jorgensen. Poco antes del descanso el VAR volvía a ser protagonista. El español Mateu Lahoz recurrió a él tras una dudosa mano dentro del área danesa... y bien que hizo, pues las repeticiones confirmaron el penalti. Jedinak lo convertía para igualar el marcador. La segunda parte fue más "aussie" que "nórdica", pero el marcador ya no se movió. Los franceses jugaban a continuación. Casi siguiendo el guión de la primera jornada ante Australia, también hoy se llevaron los tres puntos con la ley del mínimo esfuerzo, como guardándose munición para batallas de más enjundia. Mbappé sólo tuvo que empujar un rechace del portero tras un disparo de Giroud. Tras esto, poco más. Es posible que ni jugando N'Golo Kanté él sólo ante toda la selección Perú hubiese llegado el empate.

Pero los todos los focos estaban puestos hoy en Nizhni Nóvgorod, en plena Rusia occidental. Ya durante el himno no se presagiaba nada bueno para los argentinos. Cabizbajo, con la mano frotándose la cara, como preocupado, el gesto de Leo Messi no era nada esperanzador. Quizás él tampoco entendía el inexplicable once por el que se decidió Sampaoli. Pasó a defensa de tres, con dos carrileros en los costados, y con hasta cuatro caras nuevas respecto al partido de debut. No parece muy inteligente realizar tales probaturas en pleno Mundial, pero aún menos si en el banquillo se sientan Banega, Lo Celso, Di Maria, Dybala o Higuain. Alucinante. Ante tal locura Argentina pareció salir al campo desconcertada. Sin tener ni mucho menos las ideas claras, los tramos en los que disponía de la pelota era porque así lo quería Croacia, quien (evidentemente) no temía nada viendo esa sala de máquinas compuesta por Mascherano y Enzo Perez. Ante tal falta de creación de juego, uno se podría esperar que Messi bajara hasta el mismísimo Caballero si hiciese falta a buscar el esférico. Pues tampoco. El 10, escondido entre las dos lineas defensivas croatas, se mostraba tímido y poco participativo. Imperdonable viendo su talento y tan importante cita. Al descanso se llegó aún con 0-0 porque Modric, Rakitic y compañía no se decidieron a ir a por el partido. Ni más ni menos. a los 10 minutos de la reanudación Caballero pensó que para qué seguir con la tontería. Su garrafal error ante el delantero rival sólo era un síntoma más del esperpento argentino. Hubo momentos de dudar incluso en si los jugadores de Sampaoli eran futbolistas profesionales. Metió este por fin en el campo a dos de ellos, pero ni Higuain ni Dybala pudieron levantar nada, aunque con dos "cositas" ya fueron los mejores. Messi pareció contagiarse y lo intentó en un par de acciones, lo que no palió su a la postre decepcionante partido. Hasta que Modric cogió un balón en la frontal, buscó el instante justo y la clavó junto al palo izquierdo de Caballero, para asegurar el pase de los suyos a los octavos. El 3-0 de Rakitic sirvió para hurgar aún más en la herida, desquiciar por momentos a los sudamericanos y confirmar una debacle que sitúa a una de las grandes al borde del precipicio.


Diario de un Mundial

Dia 7 - Miércoles 20 de Junio. Pragmatismo ilustrado.

Tras el empate entre ambos en la primera jornada, Portugal y España encaraban la segunda con la obligación de conseguir ya los tres puntos, y con la relativa tranquilidad de tener enfrente a dos rivales menores. A diferencia de los dias anteriores, ayer sí prevaleció la lógica, aunque con muchas más dificultades de las esperadas.

Uruguay es de esos equipos que con muy poco consigue mucho. Ayer necesitaban asegurar los tres puntos para no jugarse el pase a octavos en la última jornada ante la revelación del torneo, la anfitriona rusa. Y eso hicieron. Quizás no sea tanta casualidad que la pareja de centrales sea la misma del Atlético de Madrid. Godín y Giménez son el fiel reflejo de lo que es este equipo: seguridad y pragmatismo. Arabia Saudí a penas pudo disparar a puerta ayer. Y si además uno de los dos cracks de arriba mete alguna... la victoria está asegurada. Ayer fue Suárez el que cazó un balón suelto a la salida de un córner para poner el 1-0 definitivo. ¿Para qué más?

Curiosamente con el mismo marcador terminaron los otros dos partidos del día, los del grupo B, los de Portugal y España. Cristiano Ronaldo decidió acabar con el partido de la misma manera que el 9 del Barça: remate a la red en un saque de esquina y a otra cosa. El madridista parece empeñado en recortar en este Mundial abase de goles la distancia que para muchos aún le separa de Messi como mejor jugador del mundo. Y no va desencaminado. Ya lleva cuatro. Marruecos sin embargo sí puso algo más de resistencia que Arabia Saudí, pero al igual que en la jornada 1 ante los arábigos, la falta de gol fue más decisiva que el buen juego por momentos desplegado. Mucho tuvo que ver Rui Patricio, cuya exhibición ayer nos hace preguntarnos cómo con 30 años aún no ha salido del Sporting de Lisboa.

A las 20:00 h jugaba España. Ya desde los primeros minutos Irán dejó bien claro de qué trataría el encuentro. Hasta 6 jugadores alineaba en ocasiones el equipo de Queiroz en línea defensiva, cortando una y otra vez los intentos españoles. El lento ritmo de juego de los nuestros tampoco ayudaba, y el descanso llegó sin demasiadas ocasiones de gol. Los de Hierro salieron del vestuario con otra actitud. Mucho más agresivos, las combinaciones eran de más riesgo, más verticales, y el gol llegó pronto: de nuevo Diego Costa, esta vez con la rodilla. También vale. A pesar de estar cómodos, no cerró el partido España y al final por poco se quema... aunque teniendo a Busquets e Isco en tu equipo uno siempre está más tranquilo.

Por tanto, con más oficio que brillo Uruguay, Portugal y España hicieron ayer su trabajo. El 1-0 de los tres partidos es un excelente reflejo de cómo fueron. Hoy será el turno de otro grande... pero será ante Croacia. Poca broma. Tanto cambio de entrenador, esquemas y alineaciones para que Argentina se acabe jugando su futuro en un Mundial con lo de siempre: a ver qué hace Messi.