"Si el deporte no existiera, el mundo sería más aburrido". Valentino Rossi.

viernes, 29 de junio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 15 - Jueves 28 de Junio. Mina de oro.

Terminaba ayer la fase de grupos, tras haber transcurrido ya 15 días de Mundial. Esto va que vuela. Y va muy bien, además. Las sensaciones que nos deja esta primera mitad de torneo son inmejorables. La regularidad ha sido la constantes en todos los grupos, con sorpresas agradables como Rusia, México, Bélgica o Japón y decepciones como España, Argentina o la ya eliminada Alemania. El VAR también ha demostrado ser un auténtico acierto, al solventar muchas dudas y errores arbitrales. Ayer se definían las posiciones de los dos ya clasificados del grupo G y se buscaban los afortunados del posiblemente grupo más disputado de todos, el H.

Es cierto que Polonia había decepcionado en las dos primeras jornadas. Con un Lewandowski que pasó desapercibido (tampoco estuvo nada acompañado). Los europeos no dieron la talla en un grupo teóricamente "asequible". Pero esto es un Mundial, el mayor escaparate futbolístico del mundo, y todos buscan lo mejor de sí incluso no jugándose nada. Cierto es que mucho contribuyó a ello el técnico japonés, dejando extrañamente en el banquillo a pesos pesados como Inui, Kagawa o Honda. Curiosamente no empezaron mal el encuentro, pero se fueron desinflando poco a poco hasta encajar el 0-1 obra de Bednarek. Polonia tuvo varias ocasiones incluso para ampliar la renta, pero el partido finalizó con los nipones pasándose el balón en el centro del campo, sabedores de que el resultado del otro partido les clasificaba... aunque fuese por haber visto menos tarjetas amarillas que Senegal. Curiosa anécdota. Y es que en Samara Colombia no falló, aunque tuvo muchísimos problemas. Lejos del juego desplegado ante los polacos, el estado físico de James era además otra piedra en el camino. Casi cojeando aguantó el crack hasta el minuto 30, cuando fue sustituido dejando su sitio a Muriel. Los cafeteros necesitaban ganar sin su estrella, su talento y su corazón. Fue un auténtico golpe anímico en las coloridas gradas y también en el campo, donde un fabuloso Ospina evitaba en varias ocasiones el gol africano. Salieron mejor en la reanudación. Pisando ya área contraria, conducidos por el crack de River Juan Fernando Quintero (menudo Mundial el suyo), fue precisamente un saque de esquina sacado por éste y rematado por Yerry Mina el que abría el marcador. El poderoso juego aérea del discutido central del Barça volvía a ser decisivo, dando la clasificación a octavos y haciendo vibrar a todo un país. Un país con muchas dificultades pero que vive el fútbol con pasión, casi como una religión. Seguro que los casi 50 millones de colombianos ya están rezando para que lo de James Rodríguez sea lo menos posible.

En el grupo de Inglaterra y Bélgica sólo quedaba por saber quién era primera y quién segunda. Se daba la circunstancia que el líder de grupo iba destinado a la parte del cuadro más dura, la de Portugal, Francia, Argentina y Brasil, y se notó en los onces de ambos equipos. Sin embargo, "la indirecta" lanzada por los técnicos no la cogieron los 22, quienes disputaron un encuentro muy digno. Y es que (otra vez) esto es un Mundial. Con 0-0 al descanso, valió de verdad la pena la espera viendo el golazo de Januzaj, un zurdazo tras fino regate que entró por toda la escuadra. Puede acabar siendo un gol envenenado, viendo el camino hasta la final que les espera, pero al menos los belgas demostraron profesionalidad. También los ingleses, que lo intentaron sobretodo mediante Rashford y Vardy, pero el empate no llegó. Poco interés tenía el otro partido de grupo, aunque muchísimo para sus dos protagonistas. Las victorias de Túnez o Panamá en un Mundial han sido, son y (posiblemente) serán tan escasas que automáticamente se convierten en históricas. El otro día el capitán Baloy marcaba el primer tanto de los panameños en una Copa del Mundo en su historia y el afortunado tanto del joven Rodríguez amenazaba con significar ayer la primera victoria. Sin embargo, en el segundo tiempo el (comprensible) vértigo les llegó, y su excesivo repliegue defensivo lo penalizaron los tunecinos con dos goles en apenas cinco minutos que daban la vuelta al marcador. Hoy jornada de descanso, momento para coger fuerzas de cara a lo que queda, lo mejor por otra parte aunque cueste creerlo, viendo lo que ha dado de sí esta maravillosa fase de grupos.


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