"Si el deporte no existiera, el mundo sería más aburrido". Valentino Rossi.

martes, 10 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 27 - Martes 10 de Julio. Altos vuelos.

Las dos mejores selecciones hasta el momento del torneo se enfrentaban en la primera semifinal esta tarde en la bella San Petersburgo. Por la cita, protagonistas y escenario todo olía a partidazo. Dos equipos cosidos por le mismo patrón, con una prometedora generación de futbolistas, rigor defensivo y eléctricos ataques, no exentos de cracks con un talento infinito, claro. Todo hace falta para jugar la final de un Mundial.

No se puede entrar mal en un partido de selecciones si tu himno es La Marsellesa. Francia comenzó llevando la iniciativa, quizás también porque para esa camiseta este era casi un día más en la oficina, mientras Bélgica parecía tener algo de vergüenza. Pero cuidado. Nada más lejos de la realidad. Como un león esperando entre la maleza el momento idóneo para descubrirse e ir a por su presa, los belgas aguardaban en su campo pero salían como flechas al recuperar la pelota, con Hazard y De Bruyne como generadores de todo. Menuda pareja de genios tienen los belgas. Pronto se invirtió la tendencia, y los diablos rojos se adueñaron del juego. Tampoco parecía importarle a Francia, que con un centro del campo con Kanté, Matuidi y Pogba y arriba Mbappé con espacios no le importa lo más mínimo ceder la iniciativa. Así cualquiera. La batalla era fantástica, con ocasiones de peligro para ambos bandos. Por hacerlo bien lo hicieron hasta los porteros, que evitaron el gol sobre todo en dos ocasiones: la primera Lloris desviando un endiablado disparo de De Bruyne con la zurda y la segunda, clarísima, cuando el interminable Courtois sacó un pie derecho milagroso a chut del lateral Pavard. Llegó el descanso con 0-0, quizás la única mala noticia de los primeros 45 minutos. Al poco de la reanudación llegaría el momento que lo cambiaría todo. Se elevó Umtiti ante Fellaini, con la dificultad que ello conlleva, y con un espléndido cabezazo abría el marcador y las puertas a la final para los franceses. Porque con equipos tan seguros un gol tiene un valor incalculable. Estaba claro ahora el guión que seguiría el partido. Con Francia encerrada atrás y saliendo en peligrosas contras, no le quedaba otra a Bélgica que generar juego y tirar de creatividad. Eso sí, ahora con muchos menos espacios que en la primera parte. Si los "blues" ganan el Mundial todos los focos irán a Mbappé, Griezmann o Pogba... pero gran mérito de ello habrá que dárselo a Kanté, Matuidi, Varane o Umtiti. Qué manera de defender. Se les vio por momentos bloqueados a los de Roberto Martínez, como con falta de ideas, a pesar de la voluntad que le puso Hazard. El tantas veces intermitente 10 del Chelsea, es muy probable que tras lo visto en Rusia esa etiqueta desaparezca para siempre. Lo intentaron de todas las manera hasta el final, cierto, y fue con centros laterales y chuts lejanos donde más se acercaron al gol. Pero al final el oficio galo se impuso, escenificado en unos seis minutos de descuento en los que quizás se jugó sólo uno.

A la postre, Francia jugará una nueva final mundial, la tercera de las últimas seis ediciones, ofreciendo unas inmejorables sensaciones en todas sus líneas. Bélgica por su parte se va con la cabeza bien alta, con la exhibición de esa primera parte ante Brasil como obra cumbre, y dejando claro a todo el mundo lo mucho que se hablará de ellos los próximos años. Otro gol a balón decidió hoy, como tantos partidos en este igualado y apasionante Mundial de Rusia. Un gol, un partido y un torneo, sin duda, de muy altos vuelos.


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