"Si el deporte no existiera, el mundo sería más aburrido". Valentino Rossi.

martes, 3 de julio de 2018

Diario de un Mundial

Dia 19 - Lunes 2 de Julio. Crueldad intolerable.

El fútbol es maravilloso pero es un lugar cruel. Un lugar donde poco importan los méritos, las dinámicas, la justicia. Al final son detalles los que deciden, momentos, y más en este Mundial de Rusia. 

No fue cruel hoy el fútbol con México, pues Brasil le ganó bien, pero sí quizás con el hecho de encontrarse con la pentacampeona tras las sensaciones que dejó en la fase de grupos. Su merecidísima victoria ante Alemania, vigente campeona, y su cómodo triunfo en el siguiente encuentro ante Corea del Sur parecían destinarle a liderar el grupo y evitar así al "coco" en octavos. Pero aquellos fatídicos 15 minutos ante Suecia lo complicaron todo. Porque hoy poco pudieron hacer los de Osorio. Y no será por los primeros 20 minutos de partido, que recordaron a aquellos ante los germanos. Una asfixiante presión sorprendió a los brasileños quienes, eso sí, tampoco necesitaron de Allison para mantener la porteria a 0, debido a esa gran defensa que puede hacerles ganar otro Mundial. Poco a poco se fueron estirando y llegando al área de Ochoa (partidazo el suyo) aunque el descanso llegó sin goles. De los vestuarios salieron Willian y Neymar dispuestos a finiquitar esto rápido. Una gran internada del primero la culminó el segundo para el 1-0. El crack del PSG se convirtió entonces en protagonista, no sólo por su talento (va a más en el torneo) sino por su (demasiados frecuentes ya) intentos de engañar al árbitro. Se desesperaron por momentos los mexicanos, que lo intentaban pero poco podían hacer ante Thiago Silva, Miranda y compañía. Estaba curiosamente más cerca el 2-0 pese al dominio azteca, y finalmente llegó a cinco del final. Era ahora Neymar quien fabricaba la jugada rematada por Firmino, clasificando para cuartos a una Brasil que cada vez recuerda más a aquella de Cores y Japón 2002. Y ya sabemos cómo terminó aquello. 

Precisamente los nipones llegaban a su duelo de las 20:00 h ante los belgas sin nada que perder. Su pase "in extremis" a octavos (decidieron las tarjetas) pero sobretodo la gran fortaleza demostrada por Bélgica (pleno en puntos y un balance goleador de 9-1) dejaban claro quién era el favorito anoche. Pero seguramente por eso entraron al partido tan bien. Con el orden que les caracteriza y rápidas contras miraban a la cara a los de Roberto Martínez. De tú a tú. Ni tener que frenar a esa bestia llamada Lukaku parecía asustarles. Incluso terminaron el primer tiempo mejor que su rival, con dos claras ocasiones. A la reanudación siguió la misma dinámica y en apenas cinco minutos primero Haraguchi en una contra y luego Inui con un golazo desde la frontal colocaron un sorprendente 0-2 en el marcador. Para Bélgica fue, y con razón, un mazazo del que le costó recuperarse. Pero menudo despertar cuando lo hizo. El español Roberto Martinez movió el banquillo y vaya si acertó. Primero fue Vertonghen quien acortó distancias para a los pocos minutos el recién ingresado Fellaini empatar con un cabezazo marca de la casa. La segunda parte era memorable, y la guinda la puso el otro cambio belga, Chadli, al rematar a placer tras un amago exquisito de Lukaku. La valentía de Japón le costó su eliminación, pues el 3-2 lo sufrió tras volcarse en un saque de esquina. Fue un final cruel para ellos, tras rozar el milagro el 0-2, pero nos demostró a otros que si hay que caer mejor hacerlo con la cabeza bien alta.


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