Que la Premier
es la liga más emocionante e impredecible de Europa ya no es un secreto para
nadie. Se podrá discutir si es la mejor o no, pues seguramente ninguno de sus
equipos tengan el nivel de Barcelona, Real Madrid, Bayern Múnich o Paris Saint
Germain, pero la igualdad que se ha generado los últimos años en Inglaterra le
dota de un atractivo único. Lo que está haciendo esta temporada el Leicester
City lo ejemplifica y eleva a su máxima expresión. A finales de Marzo como
estamos ya, el humilde club inglés es líder con 5 puntos de ventaja sobre el
Tottenham y 11 sobre el Arsenal.
La gesta es de
mucho cuidado. Leicester es una ciudad perdida en el corazón de Inglaterra, en
los denominados Midlands, más pequeña
que Alicante, cuyo equipo de fútbol ascendió a la máxima categoría hace tan
sólo dos temporadas, tras 10 años de ausencia. El año pasado, además, logró la
permanencia en la última jornada, y en verano no hizo ni mucho menos fichajes
de renombre que hicieran prever el milagro que está a punto de conseguir.
Sería, sin duda, uno de los mayores de la historia. Su explicación, si es que
la hay, reside en conceptos como: colectivo, sacrificio o confianza. También en
la magia de la Premier, una competición en constante busca por la igualdad
entre sus equipos donde, por ejemplo, el club que menos ingresa en derechos de
televisión (el Cardiff, con 75 millones de euros), sería en España el tercero
que más, sólo por detrás de Real Madrid y Barcelona. Si hablamos de nombres (injusto
la verdad en un equipo donde la fuerza está en el grupo) merece una mención el
gran trabajo de su entrenador, el italiano Claudio Ranieri. Si, si, Ranieri.
Aquel técnico que pasó sin pena ni gloria por Valencia y Atlético, entre otros
muchos equipos y países, al que ya teníamos casi desaparecido del mapa y cuyo
palmarés se reduce a un par de Copas y Supercopas. Hasta ahí llega el milagro.
Mucha parte de culpa recae también en la pareja que forman Riyad Mahrez y Jamie
Vardy, que ya suman 35 goles. Dos jugadores a los que hace unos meses nadie
conocía y por los que ahora se pelean los Manchesters,
Chelseas y Arsenals de turno. Lo de Vardy es de película. Actual pichichi
de la competición, y tras establecer un nuevo record histórico al marcar en 11
partidos consecutivos, en 2012 aún andaba jugando en la quinta división, ya
cumplidos los 25 años. Y es que se podría escribir un cuento con todo esto.
No sabemos aún
si el cuento acabará en final feliz o no, pero ya casi es lo de menos. Tras el
parón en la Premier por los amistosos de selecciones del próximo fin de semana,
tan sólo quedarán 7 jornadas para su finalización. Y el Leicester lo tiene ahí.
Lo tenemos ahí. Porque el Leicester es hoy el equipo de todos. Y es que todos
quisimos, alguna vez, competir de tú a tú contra los equipos más grandes, en
los estadios más grandes. Todos quisimos, alguna vez, entrenar a un grupo de
jugadores humilde, convencerlos de que sí se puede, tener una última
reivindicación cuando nadie daba un duro por nosotros. Todos quisimos, alguna
vez, ser pichichi de la mejor competición, copar las portadas de los
periódicos, salir en los telediarios y codearnos con las grandes estrellas.
Soñar despiertos, en definitiva. Y es que el Leicester es lo que, alguna vez,
todos quisimos ser.
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