En el mundo del
deporte posiblemente el momento más complicado para los protagonistas sea el de
su retirada. Tras años disfrutando de su actividad y emocionando a los
aficionados, llega la hora de la despedida. Si además sus trayectorias están
repletas de éxito, y entre las mejores de siempre, ese momento adquiere mayor
trascendencia. Y, por tanto, su forma de gestionarlo mayor importancia.
“No pases el
tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo”, decía Gabriel
García Márquez. Parece algo obvio, pero a Iker Casillas le está costando
entenderlo. La situación del capitán blanco se está poniendo cada vez más fea. Durante
los últimos tres años los pitos del Bernabéu hacia él han ido en aumento. Todo
empezó con el pulso que tuvo con Mourinho, que una parte de la afición no le
ha perdonado, pero lo cierto es que su estado de forma en este período nunca se
ha acercado siquiera al que llegó a ser. Independientemente del motivo de los
abucheos, lo que es innegable es que ese sector crítico de la grada es cada vez
más numeroso. La gota que colmó el vaso se produjo hace unas semanas en el
partido contra el Valencia, cuando a Iker se le acabó la paciencia y propinó
gestos despectivos a una grada que le pitaba cada vez que tocaba el balón. Por
si esto fuera poco, el más que posible fichaje de David De Gea estas próximas
semanas es una clara declaración de intenciones por parte de la directiva. Teóricamente
la portería está ya cubierta con el de Móstoles y Keylor Navas, por lo que la
llegada del todavía portero del Manchester sólo puede ser con vistas a la
titularidad. La “invitación a marcharse” por parte del club hacia su capitán es
evidente, pero él no parece estar por la labor. Los 15 millones de euros “brutos”
por cada una de las dos temporadas que todavía tiene firmadas y su aparente convicción
en volver a recuperar su mejor nivel son sus argumentos. A pesar de lo
enquistado de la situación, Casillas no considera terminada todavía su etapa en
el club de su vida, cosa que su amigo Xavi Hernández ha anunciado esta mañana
en Barcelona. El de Tarrassa cierra una etapa de casi 25 años en la entidad
blaugrana, 17 de ellos en un primer equipo del que ostenta el récord de
partidos jugados (764) y títulos conseguidos (23 y con las finales pendientes
de Copa y Champions). Con la Selección española ganó dos Eurocopas y un Mundial
y es el jugador de campo con más internacionalidades (133), sólo superado
precisamente por Iker. Pero el legado que deja va mucho más allá de estas
cifras, ya de por sí impresionantes. Xavi ha sido el máximo exponente de esa
filosofía de toque que se inventó Cruyff, perfeccionó Guardiola y adoptó Luis
Aragonés. Esa idea de salir a ser protagonistas, cuidar siempre el balón y
olvidarse de especular. Un estilo que ha maravillado al mundo durante la última
década y que sin él no se podría entender. Ahora, con 35 años y tras una
temporada en la que, a pesar de haber perdido protagonismo, todavía ha sido muy
útil al equipo cuando ha participado, decide dejar el fútbol de élite y afrontar
su retiro dorado en Qatar.
Muy distintos el final de cada uno en sus respectivos clubes, quizá el de Casillas hubiera finalizado la temporada pasada, de no ser por el salvador gol de Ramos en la final de Lisboa.
ResponderEliminarUn saludo
No te creas que Xavi en la misma Catalunya tiene muchos detractores, solo por llamarse Hernández. De todas formas muy acertado tu post. Enhorabuena.
ResponderEliminarNo la tocas macho. Escuchando lo que dices dudo mucho que vivas en Catalunya es más creo que no has venido ni de visita.
EliminarEs absolutamente falso lo que publicas.
No la tocas macho. Escuchando lo que dices dudo mucho que vivas en Catalunya es más creo que no has venido ni de visita.
EliminarEs absolutamente falso lo que publicas.
No la tocas macho. Escuchando lo que dices dudo mucho que vivas en Catalunya es más creo que no has venido ni de visita.
EliminarEs absolutamente falso lo que publicas.
Sí, después de ganar la Décima el año pasado era el mejor momento para irse quizás. Ya se empezaba a ver su declive y qué mejor manera de despedirse.
ResponderEliminarNo lo había escuchado eso Paco, y si lo hay será muy minoritario. La mejor prueba de lo querido que es son las ovaciones que se ha llevado, sobre todo esta temporada.
Saludos a los dos!